Una maestra y dos alumnas de la UdeG fueron acosadas por el mismo profesor durante años

    El coordinador de la carrera de Antropología condicionaba los derechos académicos y laborales de estas mujeres a cambio de una relación amorosa.

    El modo de acosar de Horacio Hernández era similar con casi todas sus víctimas: verbal, hostigamiento académico y en ocasiones aprovechaba que las mujeres iban su oficina para pedirles un beso o que tuvieran una relación amorosa con él.

    Se trata del ex coordinador de la carrera de Antropología de la Universidad de Guadalajara. Ayer fue separado de su cargo tras las acusaciones y denuncias penales de acoso sexual en su contra.

    Estas son las historias de tres víctimas de Horacio Hernández:

    Tanya Mendez, profesora de estudios de género

    Además de profesora, Tanya es Doctora en Cooperación y Bienestar Social y desde 2012 fue víctima de acoso sexual por parte de Horacio, quien era su jefe.

    La académica de 42 años denunció en 2017, ante autoridades académicas, el constante acoso del que era víctima. Esto comenzó con comentarios sobre su ropa, el perfume que traía y miradas lascivas, pero aumentó a contacto físico y presionarla para que fuera su pareja (le decía que no le iba a faltar nada). La intimidaba diciéndole que él podía despedir a cualquier profesor y darle un beso en la boca a la fuerza.

    “Escaló a quererme abrazar y rozarme, cuando yo firmaba las listas. Él llegaba por atrás para rozar su cuerpo con el mío. Pedirme besos, que lo abrazara”, dijo.

    Tanya se fue un año a España a terminar sus estudios de doctorado y cuando volvió, el acoso incrementó.

    “En una ocasión me llama para decirme que escuchó mi materia pero que él me puede dar más material, que si yo he visto la (película) de Garganta Profunda y si no él me va a dar unas clasesitas de lo que es el cuerpo y la sexualidad. Para mi eso ya era insoportable”, agregó Tanya, quien fue acosada por Horacio por última vez en la oficina del académico. Ahí él se le fue encima y la besó a la fuerza, recuerda Tanya.

    Lo que motivó a la maestra a contar su experiencia fue ver que los estudiantes del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades de la universidad (CUCSH) realizaban asambleas para discutir problemas sociales pero también casos de acoso dentro del campus. Aunque primero acudió con Karla Planter, secretaria administrativa del CUCSH, quien le respondió que cómo era posible si “Horacio es muy bueno” y que lo que había pasado era porque Tanya “estaba muy joven”.

    “Hicieron asambleas para denunciar lo que pasó con los tres estudiantes de cine, los alumnos mandaron una carta que decía ‘profesores, si ustedes dicen ser tan congruentes, y quieren que los alumnos sean críticos ¿por qué ustedes no nos apoyan y están con nosotros en la lucha?”.

    Tanya respondió la misiva de los estudiantes, felicitándolos y reconociendo su lucha. Excepto que Horacio les aseguró a otros profesores que ella era la líder de este movimiento y que el único propósito era “golpetearlo políticamente”.

    Toda esta serie de obstáculos y señalamientos fueron lo que motivó a la profesora a pedir la asesoría de Lupita Ramos, académica y representante del Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de las Mujeres (Cladem). La experta le aconsejó a Tanya que acudiera con las autoridades de Jalisco a denunciar a Horacio por acoso sexual.

    “Sé que Horacio llama a profesores a su oficina y les pide que digan que se han acostado conmigo. Es una bajeza terrible, he recibido mensajes de WhatsApp, en los que dicen que él está intentando golpearnos y dice ‘vamos a callar a estas pinches viejas’. Yo siempre me sentía poco congruente, porque soy profesora de feminismo y estudios de género pero era muy complicado el tormento y la presión administrativa de cómo te pueden correr y congelar. Yo necesito mi trabajo para sobrevivir”.

    Nohemí López, egresada de Antropología

    Desde que ingresó a la facultad, la joven, quien actualmente tiene 29 años, ya veía que Horacio repartía privilegios a estudiantes a cambio de favores. En 2016 la alumna decidió irse de intercambio académico a otro país, pero necesitaba un documento firmado por el coordinador.

    Según Nohemí, Horacio solía alabarse a sí mismo. Decía ser amigo del subcomandante Marcos y psicoanalista.

    "Cuando por fin voy a lo de la firma, estaba en su oficina con un amigo de otro centro universitario, me preguntó que cómo me iba a ir al viaje y yo dije que si no me daban la beca no iría porque mi familia no tiene los recursos. En ningún momento le pedí ayuda y me dijo '¡ay, cómo crees! jaja, yo te ayudo, yo te doy para tus atuncitos, nada más ven más seguido a mi oficina, échame unas vueltitas, no me dejes solo', me lo dijo frente a otro profesor y me dio mucha pena", reveló.

    La mujer dice que su error más grande fue haberle pedido ayuda a un compañero suyo para una segunda reunión con el coordinador pues resultó ser parte del presunto grupo de choque universitario que apoya políticamente a Horacio y se hace llamar "El Colectivo". El amigo presenció este acoso pero se niega a declarar por temor a represalias.

    "Le valió la presencia de mi amigo y me dijo 'ay, qué bien te ves, me gustas mucho, yo no creo en el matrimonio pero a ti hasta el anillo te doy, de verdad, ya dime que sí'. Yo lo único que hice fue decirle 'ya, profe, no manche' y me respondió '¿qué, apoco te agüitas?'".

    Al regresar de su intercambio, Nohemí se negó a ir a las asesorías individuales de tesis porque eran impartidas únicamente por Horacio, así que el sujeto la reprobó y la joven decidió contarle esta situación a otra maestra.

    "Él me dijo ya me enteré que me quieres difamar por acoso. Me alegó que así como me hablaba a mi a lo largo de la carrera, así le hablaba a sus hijas, yo dije 'ah, ok, a tu hija le propones matrimonio, que te eche unas vueltitas' y dijo que eso no era acoso, sino piropos", relató.

    Horacio pensó que Tanya Mendez, de nuevo, era quien estaba detrás de Nohemí y así fue como estas mujeres se conocieron y se aliaron para interponer cada una su denuncia por acoso. La demanda de Nohemí, sin embargo, no procedió porque ya habían pasado más de seis meses desde que fue acosada.

    "Le dijo (a la maestra Tanya) 'ya me enteré que una de tus chicas feminazis me quiere difamar de acoso y no lo voy a permitir'".

    Nohemí aseguró que por ahora hay tres denuncias públicas, más la de una madre cuya hija desertó de la escuela por culpa de este profesor y la de una universitaria australiana que estuvo de intercambio.

    Miriam Rentería, alumna de Antropología

    Miriam, de 24 años, siempre mantuvo una relación de confrontación con Horacio mientras fue su maestro y coordinador de carrera, la joven no toleraba comentarios machistas y misóginos de este sujeto. Esto sumado a hostigamiento sexual del que fue víctima la llevó a interponer una denuncia contra él ante las autoridades de Jalisco.

    "Mi denuncia hacia él es por acoso sexual y hostigamiento. A lo largo de mi curso me he topado situaciones en las que abusa de su poder para chantajearme con trámites que yo necesito", expresó.

    Su caso se parece al de Nohemí. Un día fue a la oficina de Horacio para una diligencia escolar, pero él le pidió un beso a cambio de su firma.

    "Me quedé en shock y no supe qué responder, ellos (Horacio y otro profesor) estaban entre risa y risa, mofándose de esa situación y yo muy molesta, luego cambió el discurso a que era una broma. Firma el documento y al querer entregármelo lo acerca hacia él y pone su cara como queriéndome dar un beso, lo que hice fue arrebatarle el documento e irme. Se rió y dijo que no aguantaba nada", expresó.

    A raíz de este y otros casos de acoso sexual en el CUCSH, ante la falta de un protocolo antiacoso y en coyuntura con las desapariciones de los tres estudiantes de cine, Miriam y otras mujeres crearon el Colectivo de Feministas Autónomas del CUCSH para tejer redes con estudiantes de otras escuelas de Jalisco.

    UdeG culpó a las víctimas por tardarse en denunciar

    Hoy por la mañana, estas tres mujeres y más alumnas del CUCSH protestaron afuera del edificio de Rectoría y entregaron un pliego petitorio donde exigían una disculpa pública por parte de los directivos de la UdeG, la destitución definitiva del profesor y la creación de una instancia específica para atender casos de violencia de género.

    Esto ocurrió después de que la semana pasada, las autoridades universitarias dieron una conferencia de prensa en la que el rector de la UdeG, Miguel Ángel Navarro, minimizó la situación diciendo que "cualquier comunidad laboral ocurren estas cosas cuando conviven hombres y mujeres", mientras que el abogado general de la escuela, Francisco Javier Peña, culpó a las víctimas al cuestionar que "por qué hasta dos o tres años después se animan a hacer una denuncia".

    Horacio Hernández, por su parte, emitió una carta que se publicó en el diario Mural de Guadalajara en la que afirma que estas denuncias son falsas.

    *Con información de Sara Leos, colaboradora de Buzzfeed News México en Guadalajara.