Abril Morales es una chilanga de 38 años. Activista, feminista y dedicada al trabajo comunitario desde hace poco más de una década. Este año se planteó una meta: llegar a Argentina en bicicleta para después cruzar a África, inspirada en los aprendizajes del Primer Encuentro de Mujeres Zapatistas.
Este domingo, 10 de junio, salió desde la ciudad de Oaxaca con su bicicleta, su perro Gondar y una casa de campaña con destino a Comitán, Chiapas. En un país en el que los ciclistas viajeros corren riesgos mortales, como el caso del alemán y el polaco asesinados durante su paso por Chiapas en mayo pasado, el viaje de Abril representa una hazaña.
Durante el encuentro de mujeres zapatistas celebrado en marzo en El Caracol, uno de los acuerdos que se propusieron las asistentes fue vivir.
“Para nosotras vivir es luchar, pues acordamos luchar para cada quien según su modo, su lugar y su tiempo”, se dijo el primer día.
Abril es originaria de Coyoacán y radicada en Oaxaca desde hace cuatro años, donde aprendió a moverse en bicicleta para desarrollar habilidades físicas y evitar el acoso sexual en el transporte público.
Antes de esto, pasó 13 años en África; entre Etiopía y Kenia, realizando trabajo comunitario en comunidades desérticas, semi-nómadas y con pocas vías de comunicación. Se regresó a México porque su madre enfermó pero no pudo readaptarse al caos vial de la Ciudad de México y así fue que, por medio de una oferta laboral, se estableció en Oaxaca y cuando comenzó a plantearse cómo sería su regreso a África decidió que la bicicleta ya era parte de su vida.
“A principios de este año me quedé sin trabajo y dije ‘ahora es cuando’, porque no tengo hijos, ni deudas, estoy sana, estoy viva y estoy bien y para como están las acosas en el país, a veces es difícil pensar en el futuro y hacer planes, especialmente las mujeres; los feminicidios cada vez son más y Oaxaca no se salva”, expresó Abril.
El plan de Abril es a largo plazo, está consciente de que tal vez le tome una década llegar a la meta. En el camino, planea obtener trabajos de servicio; como cocinera o en empleos de limpieza, pero también desea dar talleres con perspectiva de género sobre el uso de la bicicleta, cursos de autodefensa y autocuidado feminista, mapeos de zonas segura e inseguras conocidas como mapeos con gafas violetas.
“Mi intención tampoco es ir a enseñarles porque ellas ya se organizan, pero sí compartir lo que yo hago”, sostuvo la mujer cuya experiencia comunitaria se basa en temas de salud, nutrición, agricultura, educación, medio ambiente y empoderamiento de mujeres.
Abril no estableció una ruta rigurosa que tenga que seguir, sino que la irá modificando dependiendo de las condiciones del camino o si surgen invitaciones para quedarse por más tiempo en algún lugar.
En el contexto de violencia que existe en México, su medida de seguridad principal será el uso de aplicaciones que le enviarán su ubicación a sus amigos y familiares y los ladridos de su mascota.
“Gondar está muy alerta de los ruidos, asusta a la gente y sus ladridos se escuchan seguramente más que mis gritos. Es una forma de protegerme y de sentirme acompañada porque hacer un viaje como estos sola no es fácil, y habrá momentos de mucha soledad”, agregó.
Aunque para esta travesía, vendió todas las cosas que tenía en su casa, Abril está abierta a las donaciones, especialmente para costear los certificados médicos que su perro requiere en cada frontera y para cruzar de Panamá a Colombia y de Argentina a África.
“Lo he vendido todo y con eso decido irme, pero tengo presente que no va a ser suficiente y como no llevo prisa entonces puedo tardar mucho en llegar a África y así iré haciendo actividades. Llevo una tienda de campaña y algo para cocinarme pero no será suficiente, a lo mejor tengo que trabajar en hostales haciendo limpieza, cocinando o haciendo guacamole. Aunque sea le enseño a Gondar a hacer piruetas”, expresó.
BuzzFeed News México seguirá el recorrido de Abril e irá actualizando su localización.