Ella es la ÚNICA persona que cuenta todos los feminicidios que ocurren en México

    Maria Salguero actualiza diariamente el mapa de feminicidios que evidencia que los crímenes contra la mujeres están más cerca de nosotros de lo que creemos.

    María Salguero no recibe ningún pago por hacer una tarea que el gobierno no hace. Desde hace dos años ha contado las muertes violentas de mujeres en México, todos los días durante cuatro horas actualiza el mapa de los feminicidios leyendo los periódicos de nota roja de todo el país e ingresando los datos a su base con patrones que ya conoce: nombre, modo en que fueron los asesinatos, edades, estados y su relación con el asesino.

    Cada vez que agrega un feminicidio una cruz roja se pinta en su mapa. Las hay desde Baja California hasta Yucatán. María domina las cifras que pocos quieren ver: los crímenes violentos de 1,165 mujeres en lo que va del año, sabe que la mayoría tenía entre 18 y 59 años y vivía en el centro del país. Tiene memorizado que la mayoría de las mujeres en México mueren a balazos o a golpes. Pero sobre todo, sabe que todas esas víctimas tienen nombre y rostro.

    “Las personas se impactaron de ver el país lleno de cruces, porque está muy saturado. Tenían una idea muy equivocada de los feminicidios. Se impactaron de ver que ocurrían feminicidios cerca de sus casas”, dijo María a Buzzfeed News México.

    El Mapa de los Feminicidios ha sido reconocido por el Senado, por ONU Mujeres y se ha vuelto un referente de académicos y periodistas que buscan ponerle rostro a las víctimas o comparar sus estadísticas con las que ofrece el Estado. Apenas hace unos días estuvo en Guanajuato para demostrar algo que las autoridades no habían notado: que ese estado se ha convertido en uno de los más peligrosos para las mujeres con 123 feminicidios en lo que va del 2018.

    María tiene 39 años, es egresada de la Ingeniería en Geofísica por el Instituto Politécnico Nacional y es originaria de la Ciudad de México, donde radica junto a su familia que se dedica al comercio. En una esquina cercana a su casa hay un puesto de periódicos que, por años, ha destacado a la vista de la gente las portadas más sangrientas. Su paso constante por esa calle la hizo notar que cada vez era más frecuente que la prensa reportara crímenes contra mujeres.

    Ya tenía experiencia en la elaboración de mapas, pues a finales de 2014 terminó junto a otros activistas una base de datos de ocho mil nombres y fotografías de personas desaparecidas por la llamada guerra contra el narcotráfico del ex presidente Felipe Calderón.

    “Cuando era niña leía el (periódico) Alarma porque todos mis vecinos lo compraban. Las niñas de 10 años ahorita son las que me han dicho que me vieron en la tele por un mapa y les digo ‘sí, el mapa de mujeres asesinadas que ves diario en los periódicos’. Te acostumbras, no debería estar bien pero creces leyendo nota roja”, explicó.

    En 2015 cuando notó esta tendencia, María aseguró que nadie le creía que había patrones en los asesinatos de mujeres y que los feminicidios no sólo ocurrían en el Estado de México, sino en todo el país. Aprendió a usar la plataforma Ushahidi para monitorear información en zonas de conflicto y así comenzó esta labor que combinó con herramientas de Google.

    “Me invitaron a un taller en Google en noviembre de 2016. Ahí empecé a hacer la prueba con los feminicidios de la ciudad (de México) y luego ya subí el mapa nacional. De repente, un chavo de Hidalgo saca la nota de que suben a Google los datos de los feminicidios en México”, contó.

    Las senadoras priistas Liliana Madrigal y Diva Gastélum descubrieron este mapa y la invitaron a presentarlo en el Senado de la República, donde María pudo hablar sobre este problema y darle voz a las víctimas.

    No ha sido un trabajo sencillo, pues desde que inició este conteo ha lidiado con los estragos psicológicos de leer casos de feminicidio todos los días, así como estar alerta ante posibles amenazas.

    “Lo peor del caso es que sí se me complicó, porque yo los fines de semana me iba a andar en bici, paseos muy largos de mínimo 100 kilómetros, para sacar el estrés; de repente, sí tenía pesadillas", añadió.

    Uno de los casos que más le ha afectado fue cuando registró la muerte de sus vecinas, asesinada en la calle de Lorenzo Boturini en abril de 2017.

    “Me llevaba bien con su mamá, ella vendía comida, yo les compraba mucho cuando estudiaba. Mi mamá fue la que me dijo que era ella y yo le dije ‘sí, ya lo vi’ y acababa de cargar la nota”, expresó.

    Uno de sus sueños es buscar más recursos para su mapa y hacer una maestría en Ciencia de Datos donde pueda continuar este trabajo con más herramientas. Menciona al ITAM, el CIDE y el IIMAS como posibles institutos. Así como tener el tiempo para que el mapa sea su única tarea.

    "Es un trabajo que le corresponde al gobierno federal”, recordó.

    *Consulta el Mapa de los Feminicidios de María Salguero aquí.