La lucha de estas madres de familia comenzó el 19 de septiembre de 2017 cuando se enteraron que la escuela a la que iban sus hijos en Santa Cruz Meyehualco, Iztapalapa, quedó severamente dañada tras el terremoto que cobró la vida de 228 personas en la Ciudad de México.
Pasaron los días de solidaridad entre ciudadanos y cuando fue hora de regresar a la normalidad, las autoridades escolares les informaron a este grupo de madres de familia, en el que también hay algunos padres, que el Centro de Atención Múltiple (CAM) número 9, no podía volver a operar hasta que fuera reconstruido pues había una grieta que atravesaba todo el terreno. El inmueble era primaria y secundaria de 176 niños con discapacidad y estaba adaptada especialmente para ellos.
A ocho meses del sismo así es como luce la escuela:
El dictamen de evaluación realizado por Protección Civil que se encuentra pegado desde el 9 de octubre de 2017 en la puerta de la escuela, ubicada en la avenida Samuel Gompers 121, se lee lo siguiente: riesgo de desplome, hundimiento, inclinación notoria de la edificación, daños en instalaciones hidrosanitarias, grietas, movimiento de suelo. La clasificación global afirma que el inmueble es un área insegura con riesgo alto.
Desde esas semanas, los alumnos fueron reubicados en tres escuelas regulares de Iztapalapa, lo que repercutió en distintas formas en estas familias a ocho meses del sismo.
"Yo lo que considero es que mucho hay de discriminación porque somos una población estudiantil pequeña y se tiene la creencia de darle favoritismo a los niños regulares que aparte de que son más, son más entendidos, es lo que yo creo. (Las autoridades) se han enfocado en reconstruir escuelas grandes. Somos una comunidad estudiantil pequeña pero con necesidades más grandes que una escuela regular", expresó Georgina Morales, presidenta de la sociedad de padres de familia del CAM 9.
Consecuencias económicas, emocionales y académicas
Algunas madres ahora destinan el doble de recursos para el transporte, pues las nuevas escuelas ya no están cerca de sus colonias, otras cambiaron de trabajo para adaptarse a los nuevos horarios escolares, otras dejaron de llevar a sus hijos a clases o, incluso, renunciaron a sus puestos.
“Yo hago limpieza en unas oficinas y eso era en la mañana, ahí me pagaban un sueldo, después pedí que me cambiaran a la tarde para poder venir a dejar a mi nieto y que su mamá lo recoja, pero ahora (en ese turno) me pagan menos, entonces todo nuestro plan se fue para abajo”, dijo María Catalina Hernández, abuela de un alumno de primero de secundaria con déficit de atención, retraso e hiperactividad.
Además, la adaptación de los niños en estas escuelas regulares no ha sido sencilla, a pesar de que mantuvieron a las mismas profesoras, en los nuevos planteles los separan del resto de los alumnos, tienen horarios divididos y no todas las instalaciones están adaptadas. Los menores afectados tienen síndrome de down, autismo, déficit de atención, otros son invidentes, sordomudos o requieren de silla de ruedas.
Por ejemplo, los alumnos que iban a la secundaria del CAM 9 ahora están en la escuela Delfino Huerta, donde les facilitaron tres salones que eran usados para los talleres y les prestan el baño de los maestros.
"Yo no estoy de acuerdo que estén con los niños regulares porque luego son muy crueles. Las maestras nos piden que les tengamos confianza y sí la tienen pero si en un descuidito llegan a hacerle algo a estos niños, ¿quién nos va a dar la solución? Sabemos que las maestras no son nanas. Mi niño (de primero de secundaria) es muy hiperactivo, a cada rato quiere estar en el baño y puede haber un accidente", afirmó Edith Avendaño Mejía, madre de familia.
Algo que les llama la atención a estas mujeres es que el Jardín de Niños Cuba, ubicado a un costado del CAM 9m, ya esté funcionando con normalidad, cuando ambas instituciones compartían terreno y bardas.
"¿Por qué no nos asignaron aulas prefabricadas u otra escuela, pero donde estemos en nuestro horario y todos juntos?”, preguntó Carolina Pérez, madre soltera y comerciante de la Central de Abastos, quien aseguró que el cambio de horario es lo que más le afectó a la comunidad del CAM 9.
Antes del sismo iban en horario completo; es decir de 8 de la mañana a 4 de la tarde, ahora es dependiendo de la nueva institución; algunos estudian de 2 a 5:30 de la tarde, por lo que dijeron que el rendimiento académico de sus hijos ha disminuido.
Nula respuesta de las autoridades
El CAM 9 se encuentra en la lista de la escuelas con daño severo de la CDMX que elaboró el Instituto Nacional de la Infraestructura Física Educativa (INIFED). Desde diciembre de 2017, Héctor Gutiérrez de la Garza, titular de esta dependencia, prometió que la reconstrucción de escuelas terminaría en junio y estarían listas para el siguiente ciclo escolar.
Sin embargo, las madres aseguraron que las autoridades escolares ya les indicaron que el próximo año escolar todo seguirá igual y, hasta ahora, no se observa que hayan indicios de reconstrucción en el CAM 9. Fue por eso que se organizaron y desde febrero pasado acudieron a la delegación Iztapalapa a interponer una queja dirigida a la jefa delegacional Dione Anguiano, electa por el PRD y también asistieron a las oficinas de la SEP.
“No ha habido ninguna respuesta. También le hemos solicitado apoyo a los candidatos (para alcalde de Iztapalapa) y no hemos recibido nada. Nada más nos reciben los papeles y nos dicen ‘sigan participando’”, manifestó Georgina Morales.
Estas mujeres entienden que el terreno en el que estaba la escuela quedó en riesgo por lo que están luchando por la construcción de una nueva escuela donde se reubique por completo el CAM 9.
"Queremos un lugar exclusivo para todos nuestros niños para que ya no estemos todos regados, queremos una escuela y no la queremos ni grandota, solo que tengan las condiciones para ellos y en nuestro turno completo. Que sea exclusivo del Centro de Atención Múltiple número 9", comentaron entre todas.
Buzzfeed News México contactó a la oficina de comunicación de la delegación Iztapalapa y a Héctor González de la Garza, titular de la INIFED para obtener una postura respecto la reconstrucción del CAM 9, hasta la fecha, no ha habido una respuesta.
* Las fotografías en las que aparecen menores de edad fueron autorizadas por sus madres y padres.