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Preguntamos a 7 científicas su descubrimiento favorito de 2017

Ondas gravitacionales, el adiós a la Cassini y una ciudad de pulpos oculta bajo el agua.

Katie Mack, profesora adjunta de física en la Universidad Estatal de Carolina del Norte:

"En agosto, un grupo de detectores de ondas gravitacionales —los dos instrumentos de LIGO en los Estados Unidos y VIRGO en Italia— alertaron a los astrónomos de que habían detectado una colisión de estrellas de neutrones, restos masivos y compactos de soles distantes. En cuestión de minutos, los telescopios de todo el mundo buscaban en el cielo el destello de luz correspondiente. Durante los siguientes días, telescopios de todos los continentes y algunos en órbita vieron la explosión de radiación y su resplandor. Aún se están analizando los datos, pero ya hemos aprendido muchísimo sobre explosiones estelares, el origen de los elementos y la naturaleza de la gravedad en sí misma".

Karen Masters, profesora adjunta de astrofísica de la Universidad de Portsmouth:

"Este año será recordado por los astrofísicos como el año en el que detectar objetos cósmicos por su señal de onda gravitacional se volvió algo casi habitual". Es realmente extraordinario que pasáramos de que la primera detección fuera una de las noticias de física más importantes de 2016 a que las detecciones posteriores en 2017 apenas hayan sido noticia.

"No todas las detecciones de 2017 fueron corrientes. Hemos escuchado mucho sobre la primera detección con tres detectores, que demostró que la 'triangulación' (que compara las señales en tres ubicaciones diferentes) funciona, y también sobre que la primera señal coincide con una explosión electromagnética. Pero se ha dicho muy poco sobre las detecciones de las ondas gravitacionales número tres y cuatro (es decir, GW170104 y GW170608), hechas cuando los agujeros negros 20 y 30 —7 y 12 veces la masa de nuestro sol— se fusionaron y enviaron ondas a través del tejido del espacio-tiempo.

"Al igual que sus homólogos de mayor interés periodístico, detectamos estas ondas gravitacionales con, quizás, el instrumento más preciso jamás construido por los humanos. El hecho de que esto ahora sea algo rutinario es simplemente increíble y asombroso para mí y para mis compañeras astrofísicas. Tenemos una nueva ventana al universo y esperamos que tengan lugar muchas más detecciones 'corrientes'".

Raychelle Burks, profesora adjunta de química de la Universidad St. Edward en Austin, Texas:

"¿Cómo averiguamos que el Objeto A es realmente el Objeto A? Lo analizamos y comparamos los resultados con lo que se llama un estándar de referencia para el Objeto A para ver si coincide. ¡Funciona de maravilla! Excepto... cuando el estándar es incorrecto. Como química analítica, esa es mi pesadilla. Y este año ha sucedido con un pigmento llamado amarillo indio que se ha utilizado para autenticar obras de arte en todo el mundo durante años. Investigadores han revelado que el espectro estándar de referencia no era el verdadero amarillo indio, sino un pigmento sintético creado siglos después de que el verdadero amarillo indio se volviera popular entre los artistas. El meticuloso trabajo de un grupo de científicos mostró el espectro estándar de referencia de los verdaderos colores y nos aportó datos del espectro del verdadero amarillo indio. Esto, creo, demuestra que la ciencia y los científicos pueden modificar, corregir y ayudar a otros a hacer lo mismo".

Helen Czerski, física y oceanógrafa del University College de Londres:

"Mi descubrimiento favorito de 2017 fue ‘Octlantis’, una zona de fondo marino en la Bahía de Jervis (Australia) donde los pulpos parecen estar llevando una existencia social. Los pulpos son brillantes solucionadores de problemas, pero su inteligencia ha evolucionado de manera completamente independiente a la nuestra. Nuestra inteligencia a menudo está vinculada a nuestro comportamiento social, pero el pulpo casi siempre es una criatura solitaria, que resuelve sus problemas de forma aislada. Oclantis es la segunda ‘ciudad pulpo‘ que se encuentra, lo que demuestra que pueden interactuar socialmente y nos recuerda que todavía tenemos mucho que aprender sobre esta fascinante especie. ¡Un pulpo es probablemente lo más cercano a la inteligencia extraterrestre que podemos encontrar!".

Tara Shears, profesora de física de la Universidad de Liverpool:

"Tiene que ser el descubrimiento, en el experimento del LHCb (‘Large Hadron Collider beauty‘) ,de cinco nuevas y fascinantes partículas bariónicas. ¡Esperas años para ver algo nuevo y luego aparecen cinco nuevas partículas a la vez! No es el descubrimiento más innovador —ya suponíamos que estas partículas existían— y no va a explicar ninguno de nuestros grandes misterios. Pero es tan inusual ver una nueva partícula, y mucho más cinco, y tan emocionante que se revele más de la estructura interna del universo: un momento hermoso e inesperado que ayuda a que todo tenga un poco más de sentido".

Carolyn Porco, jefa del equipo de análisis de imagen de la misión Cassini de la NASA en el "Space Science Institute" de Boulder, Colorado:

"Uno de mis descubrimientos favoritos de 2017 es uno que proviene del gran final de la Cassini y que se anunció en una reunión de la Unión Americana de Geofísica este mes. Durante las órbitas muy cercanas que la Cassini realizó alrededor de Saturno antes de sumergirse en la atmósfera del planeta, la nave espacial pudo detectar cambios en la gravedad del planeta que no pudo cuando estaba lejos. Y la información que se recopiló de estas últimas órbitas nos ha indicado que el interior del planeta no está sometido a una rotación uniforme, sino que está rotando ‘diferencialmente‘ o, como se denomina a veces, ‘girando en cilindros‘, como el sol. El resultado ahora responde a una pregunta con décadas de antigüedad sobre la estructura interna y el comportamiento de los planetas gigantes y es gratificante saber que la conclusión de nuestros más de 13 años en Saturno terminó con la explicación de otro de los mayores misterios del sistema solar".

Upulie Divisekera, estudiante de doctorado en ingeniería química en la Universidad de Monash, Australia:

"Este ha sido un gran año en tantos campos de la ciencia que es difícil elegir el descubrimiento más significativo. En 2017, la terapia genética parece estar avanzando finalmente. Hemos visto que se ha modificado de forma exitosa un embrión humano con la técnica CRISPR/Cas9, y el tratamiento de una afección cutánea dolorosa a través de otro método para modificar genes usando virus. De modo que puedes modificar genes que causan enfermedades en un embrión y tratar un problema genético existente. Estos son avances enormemente significativos en la terapia genética, que hasta ahora ha sido en gran medida infructuosa y en ocasiones mortal en los humanos. Si bien la investigación es alentadora, plantea muchas cuestiones éticas y la terapia genética requerirá una nueva legislación y una regulación cuidadosa".

Este artículo ha sido traducido del inglés.