Recientemente, el uso de popotes de plástico se ha vuelto un tema de conversación relevante en el mundo.
El impacto y la contaminación que deja el plástico en todo el planeta está alcanzando niveles alarmantes.
Se estima que el plástico mata 1 millón de aves marinas y más de 100.000 mamíferos marinos y tortugas cada año.
En México no existe una regulación federal para controlar la basura marina y terrestre que genera el plástico.
Sin embargo, algunos estados han optado por modificar sus leyes internas para controlar el uso de bolsas, popotes, contenedores de unicel y todos los residuos que generan los productos de plástico y que dañan al medio ambiente.
Actualmente existen ocho estados que han cambiado sus Leyes de Equilibrio Ecológico y Protección al Medio Ambiente.
En la CDMX, desde 2009 se autorizó una ley que prohibe el uso de bolsas de plástico en establecimientos comerciales.
En Durango, desde 2017, está prohibido que los comercios regalen bolsas que estén hechas 100% de plástico.
En Nuevo León, desde 2017, está prohibida la venta, dádiva o uso de bolsas de plástico en centros comerciales, supermercados, tiendas de conveniencia y similares.
En Jalisco, el congreso pretende presentar una iniciativa que prohibiría, además de las bolsas de plástico, los utensilios de unicel y los popotes.
En Querétaro, a partir del 1 de agosto de 2018, queda prohibido entregar bolsas de plástico en cualquier establecimiento comercial.
En abril de 2018, en Sonora se aprobó una ley que prohibe la fabricación, distribución y el uso de bolsas de plástico.
En Veracruz, se aprobó en mayo de 2018 una ley para disminuir el uso de popotes y bolsas de plástico en el estado.
Todavía nos falta mucho por hacer en materia de contaminación y reducción de residuos, pero tal vez con las iniciativas de estos ocho estados, los demás se inspiren y México se convierta en un país sin bolsas ni popotes.
