1.
Así recuerdas tu primer examen de la vista.
2.
Puedes reconocer cualquier época de tu vida en una foto, solo por los lentes que usabas en ese momento.
3.
Tú, manejando de noche.
4.
Inevitamblemente se te nubla la vista cuando le das un traguito a tu café.
5.
Sabes que va a llegar este momento, y probablemente será en la peor situación posible.
6.
No importa qué tan mal se vean, los puedes arreglar porque no te queda de otra.
7.
Cuando lavas tus lentes y la vida es más bonita de lo que la recordabas.
8.
Cuando vas al oculista y te dicen que tu miopía aumentó otra vez.
9.
Cuando te entregan tus lentes nuevos.
10.
Te es físicamente imposible recostar la cabeza y ver algo al mismo tiempo.
11.
No puedes usar lentes de sol a menos de que los mandes a hacer.
12.
Cuando comes chile con las manos y te pones tus lentes de contacto.
13.
Y una vez que te acostumbras a salir con ellos, tu armazón es como estar en pijama.
15.
Eres capaz de tomar medidas drásticas con tal de no perderlos.
17.
Cuando le tienes que explicar a alguien cómo ves sin tus lentes puestos.
18.
A veces te bañas con los lentes puestos nomás para ver con qué te estás lavando.
19.
Sí, sí, qué chistoso.
20.
Muy en el fondo, aunque lo niegues, te duele en el alma que te digan “cuatro-ojos.”
21.
Cuando te preguntan: “¿Oye, y por qué no te operas?”
22.
Que se opere tu puta madre.
23.
Tú, todas las mañanas, intentando ver qué hora es.
24.
Tienes técnicas muy específicas para ver bien en el cine.
25.
El típico curiosito te pide tus lentes y cuando se los pone te dice: “No... sí 'stas bien ciega.”
26.
Descripción gráfica de tu vida:
