18 datos históricos que seguramente creías que eran ciertos pero que solo son mitos

A ver, ¿a ninguna de las brujas de Salem la quemaron en la hoguera?

1. En realidad no somos mucho más longevos hoy que un adulto promedio a lo largo de la historia.

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Si has crecido escuchando que la esperanza de vida promedio de una persona en la Edad Media era de entre 30 y 40 años, es fácil suponer que la gente se moría de vieja a los 35. Pero en realidad, el promedio se reducía enormemente debido a las altísimas tasas de mortalidad infantil. Por lo tanto, teniendo unos mayores niveles de enfermedades, se podría esperar que las personas que superaban los peligrosos primeros años llegaran a vivir tanto como tú o como yo. De hecho, la esperanza de vida humana máxima se ha fijado en unos 120 años durante los últimos 100 000 años.

2. ¡Napoleón Bonaparte no era tan chaparrito!

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Su altura se registró como 5 pies y 2 pulgadas, o sea 1.57 m en medidas francesas, que eran diferentes a las inglesas en aquel momento. Lo que significa que medía aproximadamente 5 pies y 7 pulgadas inglesas, o sea 1.70 m. Así que en realidad era bastante alto en comparación con el francés promedio en 1800. Sus comandantes también se escogían especialmente por su gran altura, por lo que al pintarse junto a ellos, esto probablemente contribuyó a una imagen muy pequeña de él.

3. En la tumba de Tutankamón no había ninguna inscripción con una maldición contra todos los que entraran a ella.

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Sí, esto se lo inventaron los medios para aumentar el alboroto causado alrededor de la famosísima momia. Aunque las muertes misteriosas de varios visitantes a aquel lugar ayudaron a que esta historia se mantuviera viva durante bastante tiempo.

4. Albert Einstein no reprobó matemáticas.

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Perdón si esta es tu excusa para no terminar tus tareas, pero no es verdad: Einstein tenía un talento excepcional para las matemáticas desde que era muy pequeño. Lo más probable es que el mito se deba a un examen de ingreso para el Instituto Politécnico de Zúrich que reprobó cuando tenía 16 años. Aunque sobresalió en las secciones de matemáticas y física, reprobó las partes de lenguaje y biología, lo cual era lógico si tenemos en cuenta que el examen estaba escrito en francés.

5. La empresa Coca-Cola no se inventó la imagen de Santa Claus que todos conocemos hoy y que tanto nos gusta.

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Aunque sus anuncios de los años 30 hicieron que la figura se hiciera más popular que nunca, la verdad es que la empresa no fue la responsable de crear la imagen de un hombre gordo y barbón vestido de rojo. Las imágenes de Santa que reconocemos ya existían mucho antes y el retrato más antiguo se remonta a 1863.

6. Julio César no nació por cesárea, ni el nombre del procedimiento se debe a él.

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El procedimiento era sencillamente demasiado peligroso para hacérselo a una mujer viva en aquel momento y solo se realizaba como último esfuerzo para salvar al niño si la futura madre se estaba muriendo o ya estaba muerta. Como la mamá de César vivió hasta que él era adulto, es básicamente imposible que a ella le hubieran hecho una cesárea.

7. Los europeos medievales no creían que la tierra fuera plana.

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Por lo tanto, podemos suponer que Colón no partió en su expedición preocupado por caerse al borde de la tierra; los eruditos sabía que la Tierra era redonda desde al menos el año 500 a. C. Pitágoras (sí, el mismo filósofo que enriqueció nuestra época escolar con su famoso teorema) escribió que la tierra era esférica en el siglo VI a.C., y otros notables eruditos como Aristóteles y Ptolomeo siguieron su ejemplo.

8. Hablando de eso... Cristóbal Colón en realidad no fue el primer europeo en llegar a América.

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Existen pruebas de asentamientos vikingos y nórdicos en América del Norte que se remontan al siglo X. Además, el propio Colón nunca puso un pie en la Norteamérica moderna. Solo llegó a algunas islas del Caribe y a la costa de América del Sur, e incluso entonces insistía en que había llegado a Asia, su objetivo original.

9. Ninguna de las acusadas en los juicios por brujería de Salem fue quemada en la hoguera.

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La mayoría fueron colgadas en la horca o murieron en prisión y a una la aplastaron hasta morir. Este castigo especialmente espantoso alimenta la naturaleza "bárbara" que la gente tiende a asociar con la Europa medieval, por lo que la imagen se quedó grabada.

10. No existen pruebas de que una manzana cayera en la cabeza de Isaac Newton jamás.

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Newton sí dijo que el concepto de la gravedad se le ocurrió cuando estaba sentado "en un estado de ánimo contemplativo" y fue "ocasionado por la caída de una manzana", pero nunca se ha confirmado que se fuera de ahí caminando con un chichón causado por una fruta.

11. Los médicos victorianos no se inventaron las primeras versiones del vibrador para curar la "histeria" femenina provocando orgasmos.

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No hay pruebas de que los médicos usaran vibradores como una forma de tratamiento médico. Esta idea salió únicamente en un trabajo de 1999, que desde entonces ha sido completamente desmentido. La teoría, ciertamente intrigante, ha sido impulsada aún más por obras modernas como la película Histeria (2011), que en la opinión de los expertos es muy inexacta.

12. No existen pruebas de que los vikingos llevaran cascos con cuernos.

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La verdad es que su famosa estética dura habría sido poco práctica en el campo de batalla. Ni siquiera usaban mucha armadura, pues preferían llevar escudos de madera livianos como protección. Aunque existen algunas pruebas de que se usaban gorros con púas con fines ceremoniales, en realidad se trata de un vestuario diseñado para una actuación de un drama musical épico y la idea se quedó.

13. Rosa Parks no estaba sentada en la sección "blanca" de adelante del camión cuando le pidieron que renunciara a su asiento.

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En realidad estaba sentada en la parte de adelante de la sección de "color" que estaba en la parte de atrás, lo que generalmente se consideraba "tierra de nadie" a menos que el autobús estuviera muy lleno.

Se esperaba que los afroamericanos renunciaran a sus asientos si quedaba de pie una persona blanca, algo que Parks se negó a hacer. Pero no fue porque estuviera cansada, o no más de lo normal después de un día entero de trabajo, sino más bien "cansada de ceder".

14. Las esculturas romanas en realidad no están hechas para ser blancas.

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Si te pido que pienses en una escultura romana clásica, seguro que lo primero que se te viene a la mente es una estatua de mármol blanco muy bien tallada. Pero las estatuas que ahora asociamos con el arte romano estaban al principio pintadas con colores finos, muchas veces brillantes y representaban a personas de diversos orígenes. La pintura, lógicamente, se desvanecía y se desprendía a lo largo de los siglos, y luego se frotaba deliberadamente hasta volverla blanca para proyectar una imagen de "pureza", aunque algunas esculturas bien conservadas aún muestran indicios de su color original.

15. María Antonieta nunca les sugirió a sus súbditos hambrientos que "comieran pastel".

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Tenía solo diez años cuando Jean-Jacques Rousseau, popularizara la frase que dijo Marie-Thérèse, otra princesa francesa anterior ("que coman 'la croûte de pâté'”, literalmente "la corteza de la masa") en 1766. Rousseau atribuyó la frase a "una gran princesa", tres años antes de que María Antonieta se casara con el príncipe Luis y ocho años antes de convertirse en reina la frase se le atribuyó a la última reina de Francia después de su muerte, probablemente en un esfuerzo por convertirla en un "chivo expiatorio real" según el relato de la Revolución Francesa.

16. El Gran Incendio de Londres en realidad no provocó el fin del plaga bubónica.

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Todos conocemos la historia: en 1666, el Gran Incendio empezó en Pudding Lane, duró muchos días y destruyó completamente una gran parte de la ciudad. Sin embargo, el lado positivo (o eso nos dijeron en la escuela) fue que provocó el fin de la peste bubónica, que mató a casi 100 000 personas en Londres entre 1665 y 66. La historia cuenta que el enorme incendio acabó con la población de las ratas que eran responsables de la propagación de la infección y quemó todas las casas insalubres que eran caldo de cultivo para la enfermedad. Sin embargo, el fuego en realidad solo quemó una cuarta parte de la ciudad (así que había mucho espacio para que las ratas corrieran libremente), así que esto no es real.

17. Y ya que estamos con el tema, la popular canción infantil "Ring a Ring a Roses" no estaba basada originalmente en la plaga.

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La primera versión de la canción infantil data de la época victoriana, siglos después de que la plaga se extendiera por todo el país y la letra solo se relacionó vagamente con la plaga (p. ej., que los ramos de plantas se utilizaban como tratamiento y que la frase "todos se caen" se refiere a la muerte) en las últimas décadas. También hay muchas versiones diferentes de la canción popular que no tienen ninguna connotación con la enfermedad ni la muerte para nada.

18. No fue el severo régimen dictatorial de Mussolini lo que hizo que los trenes de Italia funcionaran de manera más eficiente.

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La idea de que la dictadura (al menos) ayudó a "que las cosas se hicieran" fue un argumento popular de los partidarios acérrimos del fascismo después de la caída del régimen. Pero este mito de Mussolini no podría haber sido cierto, ya que gran parte del trabajo de reparación en los ferrocarriles italianos se completó antes de que Mussolini llegara al poder en 1922.

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Este post fue traducido del inglés.