Nick Pourfard tiene 22 años.
Y tiene el trabajo más increíble del mundo.
En el garaje de su casa, puso un taller de guitarras que él mismo hace a mano.
Con puras patinetas usadas.
Cada una es distinta. Nunca repite un diseño.
La calidad es excelente, pues la madera de las patinetas es maple.
Casi nadie puede decir que adora lo que hace.
Nick no sólo puede decir eso.
Sino puede presumir que hace las dos cosas que más le gustan, al mismo tiempo.
Todas son hermosísimas. Las puedes ver aquí.
El proceso es completamente artesanal.
Todo lo hace con sus propias manos.
Y su intención es lograr que cada nueva guitarra quede mejor que a anterior.
Pero lo cierto es que cada una es perfecta.
Eso las hace así de ridículamente bonitas.
Aquí hay un video acerca del proceso de elaboración de las guitarras PRISMA.
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