15 Errores comunes en la repostería que tal vez estés cometiendo

Todo lo que se interpone entre tú y el mejor pastel de tu vida.

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1. No lees la receta completa antes de empezar a cocinar.

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¿Existe algo peor que ir a la mitad de una receta y de repente darte cuenta de que tienes que enfriar la masa durante dos horas antes de pasar al siguiente paso? Para evitar sorpresas desagradables y asegurarte de que tienes todo listo, lee la receta completa antes de comenzar a prepararla. Puede parecer obvio, pero esto hará que tu experiencia en repostería sea mucho menos estresante y te permitirá disfrutarla mucho más.

2. Sacas harina metiendo el vaso medidor directamente en la bolsa.

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Si sacas harina metiendo el vaso directamente en la bolsa, probablemente usas más harina de la que necesita la receta. Para mediciones más precisas, mete la harina en el vaso con una cuchara y nivélala con el mango de un cuchillo. Esto asegurará que la harina no se compacte en exceso.

3. No usas una báscula de cocina para pesar tus ingredientes.

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Si quieres meterte en serio en el mundo de la repostería, deberías saltarte por completo el sistema de vasos y usar en su lugar la báscula para pesar ingredientes. No existe un método más preciso para pesar los ingredientes. Y no necesitas gastar una tonelada de dinero para conseguir una: esta de 305 pesos te servirá y te permitirá lograr la repostería perfecta.

4. Utilizas bicarbonato de sodio en vez de polvo para hornear (o viceversa).

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Reemplazar uno con el otro es bastante delicado. Eso se debe parcialmente a que el bicarbonato de sodio tiene que reaccionar con ácido (como jugo de limón o vinagre) para poder actuar como agente leudante. Por su parte, el polvo para hornear contiene bicarbonato de sodio además de cremor tártaro, que ya es ácido. Hay otros factores involucrados, pero, para resumir, no son intercambiables: siempre deberías tener ambos en tu alacena.

5. No llevas la mantequilla a temperatura ambiente cuando la receta te lo pide.

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Hornear es básicamente una ciencia, así que la temperatura de los ingredientes de verdad es importante. Si olvidaste sacar la mantequilla del refrigerador con una hora de antelación, tan sólo calienta un tazón de vidrio en el microondas y úsalo para cubrir la manteca durante unos minutos. Esto la ablandará y acelerará el proceso.

6. No preparas el molde antes de empezar a trabajar en tu mezcla para repostería.

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Mira, todos hemos estado ahí. Leemos la línea de la receta que habla sobre preparar el molde, pero preferimos ir directo a la acción, así que nos salteamos este paso y preparamos el molde a último momento, cuando la mezcla ya está lista. Eso no está bien.

Una vez que la mezcla del postre esté listo, debes meterla en el horno tan pronto como sea posible para asegurarte de que los agentes leudantes puedan hacer su trabajo (especialmente si estás usando bicarbonato de sodio). Es por eso que en realidad deberías preparar el molde antes de empezar cualquier otra cosa.

7. No forras el molde con papel para hornear.

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Forrar tu molde con papel para hornear puede ser un dolor de cabeza, pero el truco de arriba hace todo más fácil. Aquí tienes una guía paso a paso.

8. Cuando bates para mezclar la mantequilla y el azúcar, te detienes a mitad de camino.

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Primero, cuando bates para mezclar la manteca y el azúcar, asegúrate de que la mantequilla esté a temperatura ambiente. Segundo, no dejes de batir apenas la mantequilla y el azúcar se unan de forma homogénea. Deberías seguir batiendo a velocidad media (3–4 en una batidora con pedestal) hasta que la mezcla esté más esponjosa y tenga un color más claro. Para ver si está lista, haz rodar un poco de la mezcla entre tus dedos. Si apenas encuentras alguno que otro grumito de azúcar, significa que ya está bien.

9. No limpias el tazón a medida que avanzas.

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Asegúrate de no dejar la mitad de los ingredientes al costado del tazón: ráscalo a menudo con una espátula de silicona.

10. No le agregas una pizca de sal a tu mezcla.

Twitter: @nusr_ett

Tal vez creas que no se necesita sal en los postres, pero la realidad es que sí. La sal ayuda a realzar el sabor y agudiza la dulzura de tus pasteles, así que siempre asegúrate de agregarle un poco a la mezcla.

11. No tamizas los ingredientes secos cuando la receta te lo pide.

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Para algunas tortas, tamizar puede ser un paso extra innecesario, pero si la receta te pide que lo hagas, asegúrate de hacerlo. Ayudará a incorporar los ingredientes secos al resto de la mezcla de forma pareja y a evitar los grandes aglutinamientos.

12. No precalientas el horno.

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Hornear tu pastel/galletas/tarta a la temperatura correcta es *crucial*. Si el horno está demasiado frío cuando empiezas a cocinar, eso podría impedir que tu pastel se eleve o se dore apropiadamente. Así que 👏 precalienta 👏 tu 👏 horno 👏 antes de hacer cualquier otra cosa.

13. No te aseguras de que el horno esté a la temperatura correcta.

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Aunque precalientes el horno, tal vez no se halle a la temperatura correcta. Por ejemplo, mi horno siempre calienta menos de lo que indica. Para asegurarte de que el horno esté exactamente a la temperatura correcta, quizás quieras invertir en un termómetro para horno de 152 pesos.

14. Y abres la puerta del horno mientras se hornea tu pastel.

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Cada vez que abres la puerta del horno, baja la temperatura del horno. Esto impedirá que tu pastel se eleve tan bien como podría y ralentizará el proceso de horneado. Así que sé paciente (y mira a través de la ventana de la puerta, de ser necesario), pero mantén la puerta cerrada hasta que suene el temporizador.

15. No esperas a que tu pastel se enfríe del todo antes de decorarlo.

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La paciencia también es clave aquí. Si le pones crema de mantequilla a una torta caliente, derretirá la cobertura. Así que deja que tu pastel se enfríe del todo antes de comenzar a decorarlo.

Puedes encontrar todavía más consejos para mejorar tus habilidades reposteras en este video:

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Este post fue traducido del inglés.