Hoy era un día como cualquier otro. Me encontraba camino a la oficina, como todos los miércoles...
Cuando, de repente, me enteré de una realidad que cambió mi universo, PARA SIEMPRE.
"El huevito que venía adentro del Kinder sorpresa era naranja porque representaba la yema".
(Yo siempre lo vi más amarillito, la verdad).
¡ARGHSJAKSJSKSHDFSSDJAKDAJDKSJS!
ERA OBVIO. Sólo veánlo, ¿cómo no lo noté antes?
Me sentí, estúpido, fracasado, un verdadero perdedor...
¡No estaba solo en medio de esta ignorancia!
Éramos muchos viviendo una mentira.
Acabé dándome cuenta de que no debía sentirme mal de mi falta de conocimiento.
Sino agradecido de que había aprendido algo nuevo.
Ahora, con su permiso, voy por unos huevitos Kinder.