El director mexicano Alfonso Cuarón está recibiendo elogios en todo el mundo gracias a su más reciente película, Roma.
Algo a lo que está muy acostumbrado, ya que, desde el lanzamiento de Y tu mamá también, el director ha sido uno de los favoritos de Hollywood.
Parte crucial de ese éxito fue su trabajo al frente de la tercera entrega de las películas de Harry Potter: El prisionero de Azkaban.
Sin embargo, eso estuvo a punto de no suceder :O
La pieza clave para que fuera posible fue... ¡Guillermo Del Toro!
Verás, todo comenzó después de que Cuarón terminara de filmar y promocionar Y tu mamá también.
Del Toro, siendo el defensor eterno de la fantasía y la magia, se molestó con Cuarón y lo regañó por su actitud.
Ahora, no sé ustedes, pero si mi mejor amigo fuera Guillermo Del Toro y me dijera algo así, iría en chinga a comprarlos...
Y eso fue exactamente lo que hizo Cuarón.
El director dice que todo esa situación le sirvió como una lección de humildad.
Y así fue como Cuarón terminó dirigiendo una de las cintas más queridas del mágico mundo de Hogwarts.
¿Qué haríamos sin esos amigos que están ahí para darnos zapes cuando estamos a punto de hacer pendejadas?
