1.
Si descubriste tus preferencias a temprana edad probablemente escondiste a más de un@ de tus novi@s.
2.
Y llegaste a dudar de ti mismo porque te decían que lo que te gustaba “estaba mal”.
3.
Básicamente, te decían pecador cada domingo.
4.
Y cargabas con tanta culpa que sentías que era obligación confesarte.
5.
Durante un tiempo te volviste un experto en llevar una doble vida.
6.
Pasaste mucho tiempo preocupado por el futuro.
7.
Y después llega una fase en las que cuestionas TODAS las creencias y valores con los que creciste.
8.
Mueres de nervios cuando le dices a tu primo, hermana o la persona más cercana en tu familia.
9.
Cuando decides salir del clóset (tu vida) se vuelve un drama digno de telenovelas.
10.
Tal vez hasta pasaste por una etapa en la que fuiste "desheredado".
11.
Durante un rato te alejaste de tu familia.
12.
Y cuando te acercaste de nuevo tuviste que responder preguntas incómodas que no le harían a nadie más.
13.
Te propusieron la religión como "cura" en más de una ocasión.
14.
Y en casos desesperados otras cosas más extrañas fueron sugeridas como "cura".
15.
Llevar a tu pareja a eventos familiares puede ser incómodo.
16.
Y más de una vez l@ presentarán como tu mejor amig@.
17.
Te vuelves el secreto a voces familiar.
18.
Hacerles entender que el matrimonio igualitario es algo normal…
20.
Explicarles que sí puedes tener una familia.
21.
Escuchar pláticas un poco homofóbicas y muy desinformadas en las comidas familiares.
22.
Y también una serie interminable de frases políticamente incorrectas.
23.
Tratar de razonar con ellos, sólo para darte cuenta que hablar con algunos es como topar con pared.
24.
Y hacer la paz con que algunas personas nunca estarán felices con las decisiones de los demás.
Al final sabes que las personas que te quieren estarán ahí para ti.
Y lo más importante es que tú te aceptes y seas feliz.
