Iskra Lawrence quería ser modelo desde que tenía 13 años.
Sin embargo, cuando cumplió 20 se topó con una desafortunada crítica: no era lo suficientemente alta o flaca para ser una modelo ~regular~, ni lo suficientemente curvilínea para ser considerada una modelo plus size.
Sin importar lo que pensaran los demás, se fue a Nueva York y cumplió su sueño.