1.
Si en lugar de redes sociales te hubieras especializado en alguna ciencia, ya tendrías un premio Nobel.
2.
Te has metido a leer todos sus posts de aquí al día en que descubrió Internet.
3.
Y Facebook te oculta las publicaciones por año, como diciendo “¿Seguro que quieres seguir haciendo esto?”
4.
Para cubrir tu rastro, evitas darle like a cualquiera de sus publicaciones.
5.
Te enoja que no publiquen nada durante días, como si sus redes fueran tu blog favorito.
6.
Crees saber todo de esa persona pero no le puedes decir.
7.
Sus fotos con otra gente te dan celos como si tuvieran una relación.
8.
Stalkeando a los etiquetados te has enterado de la vida de completos extraños.
9.
Esta pendejada te pasa unas tres veces al día.
10.
Apenas das click en tu barra favorita de Facebook, se aparece un breve catálogo de tus obsesiones.
11.
Y eres el primer usuario de Facebook que se enteró de esta función.
12.
Funciona igual con Twitter.
13.
Obvio has leído todos sus tweets favoritos.
14.
Temes darle like a las mismas páginas que esa persona porque en el fondo sospechas que ya sabe.
15.
Esta ilustradora te conoce mejor que tus padres.
16.
Así te sientes cuando empiezas a ver el Instagram de tu crush y llegas a las fotos de 2012.
17.
Y esta es tu cara cuando se te escapa un doble click.
18.
Casi inconscientemente, comienzas a convertirte en la persona que crees que tu crush quiere.
19.
Buscas referencias entre sus indirectas, para ver si alguna habla de ti
20.
En el fondo esperas que esa persona se sienta igual.
21.
Para comprobar tu teoría has lanzado tus propias indirectas.
22.
Y cuando realmente conoces esa persona, resulta que la habías puesto en un pedestal muy alto.
