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No nos parecemos en nada, nadita, ¡nadovksy!
BuzzFeed Staff
BuzzFeed Contributor
Rusia: Les encanta hacer botanas con mariscos típicos de allá y platillos como salmón ahumado. No suena naaaada mal, ¿no?
México: Lo nuestro, lo nuestro, son las papitas con mucha salsa Valentina. Ya si uno se quiere ver más nice, compra alitas o se hace un guacamolito.
Rusia: Si pensabas que los rusos tomaban vodka viendo el futbol, estás equivocado. Les encanta la chela y es lo que la mayoría de los aficionados toman viendo el fut.
México: Acá en México también, obvio, pero a nosotros siempre nos gusta ir un poco más allá. Hacemos micheladas, le ponemos Clamato, limón, salsita, chilito, ¡de todo!
Rusia: Allá les late ir a bares para ver los partidos rodeados de buena vibra y gente chida (y probablemente ebria).
México: Nosotros sabemos que no hay nada como verlo en casa con amigos. Se disfruta mucho.
Rusia: Durante partidos normales, los aficionados rusos suelen llevar bufandas para apoyar a su equipo e ir con el jersey, claro que durante partidos más importantes como los de Copa del Mundo o Eurocopa, se pintan la cara y llevan banderas de su país a todos lados.
México: Para los mexicanos, pintarse la cara y llevar banderas es poco. Nos encanta llevar máscaras, penachos, trajes prehispánicos y todo lo que denote nuestro amor a nuestro país.
Rusio: Para los rusos las expectativas casi siempre son bajas: saben que o quedan en fase de grupos, o los eliminan en la siguiente ronda.
México: Para los mexicanos realistas, también. Pero a la mayoría nos encanta ilusionarnos, creer que ahora sí lo lograremos, que por fin llegaremos al quinto partido y de ahí quién sabe que pueda pasar.
Rusia: Durante el Mundial, a los aficionados rusos les encanta salir a las calles con banderas y demás para festejar a su equipo. Aunque nomás un ratito y ya luego cada quien para su casa.
México: A nosotros nos fascina ir al Ángel, la Minerva, la Macroplaza o cualquier lugar donde quepan cientos de mexicanos saltando, gritando y echando desmadre al máximo. De ahí se conecta la fiesta y termina hasta el día siguiente.
Rusia: ¡Haciendo memes! Allá les encanta burlarse de sus jugadores en cuanto son eliminados; ese bello meme ruso que ven ahí dice "Adiós, Euro. Aquí se ven a nuestros jugadores regresando a casa", y sí: son unos troncos.
México: A nosotros también nos fascina hacer memes... pero también castigarnos durante meses y años. Vemos las repeticiones, volvemos a llorar y sufrimos como pocos. Además, siempre juramos que no volveremos a ver un partido del Tri porque nos decepcionaron y hacemos un dramón. Claro que al siguiente torneo, ahí estamos. Apoyando como siempre.
Rusia: Generalmente los rusos cantan cosas normales como "¡vamos, Rusia! ¡Vamos, Rusia!" en los estadios. Pero también suelen cantar una canción llamada Katyusha; data de la Segunda Guerra Mundial y habla sobre vencer y ganar la guerra.
México: Nada emociona tanto a un mexicano como miles de gargantas cantando al unísono el 'Cielito lindo'. Es NUESTRA canción y nada nos motiva tanto como cantarla a todo pulmón. Pero también somos unos genios inventando porras.
Rusia: Los rusos pueden ser un poco duros con sus jugadores, sobre todo si no son tan habilidosos como les gustaría. Se burlan de ellos y les ponen apodos; por ejemplo, hay un jugador llamado Dzyuba a quien irónicamente llaman Dzyubinho, para comparar lo con Ronaldinho y hacer referencia a su falta de talento con los pies. ¡Ouch!
México: Nosotros mantenemos una extraña relación amor-odio con nuestros seleccionados. Si hacen las cosas bien, los hacemos ídolos, les ponemos altares y hasta los santificamos. Pero apenas la fallan en lo más mínimo y nos los comemos vivos; les llueven burlas, memes y críticas de todo tipo.
Rusia: "JAJAJAJ ¡Buena esa! ¡JAMÁS LA GANARÍAMOS!", dice Victor Stepanov, el colaborador ruso con el que hicimos este post.
México: A los mexicanos nos gusta imaginarnos cosas chingonas a pesar de las miles de decepciones que nos hemos llevado. Si llegáramos a ganar un Mundial, el país se paralizaría. Habría una fiesta nacional que duraría semanas, las escuelas y las oficinas darían días libres para que se pueda festejar, la fecha en que ganamos se conmemoraría cada año y nos volveríamos LOCOS. Seguro también sería un buen pretexto para darnos cuenta de que podemos lograr cosas bien chidas si nos lo proponemos y nos haría creer más en nosotros como país.