1. Tu vida era más o menos así.
2. Hasta que alguien, seguramente una maestra, se dio cuenta de que tal vez no veías tan bien y por eso reprobabas todo.
3. Y entonces fuiste al oculista.
4. Cuando saliste con tus nuevos lentes, te maravillaste de cosas que para los demás eran completamente normales.
5. Naciste de nuevo. ¡Oh, la felicidad!
6. Por eso, tus anteojos duermen junto a ti desde ese momento.
7. Y lo primero que haces cuando despiertas es ponértelos.
8. El momento en el que cruzaste la puerta del salón de clases, tu vida cambió para siempre
9. Te pusieron algún apodo. Quizás éste duró para siempre.
10. Cuatro-ojos.
11. Ojos de parabrisa.
12. Harry.
13. El miedo a perder tu nueva vista era más grande que todo lo demás. Por eso, aprendiste a cuidar tus lentes como a tu propia vida.
14. Alguna vez se te rompieron. Y sentiste que el mundo se terminaba.
15. Porque sin tus lentes, este tipo de cosas pasan todo el tiempo.
16. Lo peor era la clase de Educación Física.
17. El basquetbol no ayudaba mucho para tu reputación.
18. ¿Y qué tal la cascarita en el recreo?
19. Cada que sudabas.
20. Consideraste varias veces dejar de usarlos como una opción de supervivencia.
21. Pero la inseguridad que te generaba no ver, era mayor a la que te provocaba el bullying de tus compañeros.
22. Encontraste un par que se te veía mejor que los primeros que escogiste.
23. Hay gente que a la fecha se sigue cuestionando si cuando ellos se ponen tus lentes, ven como tú cuando no los tienes.
24. E inmediatamente después de probárselos dicen: “Wow. Es como un túnel del tiempo.”
25. Las personas que están acostumbradas a verte con anteojos, se sacan de onda cuando te ven sin.
"Cambias cañón, pareces otra persona" y otras frases similares.
"Cambias cañón, pareces otra persona" y otras frases similares.
"Cambias cañón, pareces otra persona" y otras frases similares.
26. Tal vez uses lentes de contacto. Pero sin los lentes de armazón, no sobrevives.
27. Acostarte a ver la tele, siempre ha sido un problema.
28. Y mejor ya ni hablamos del sexo.
29. Has considerado operarte y abandonar tu *condición*.
30. Pero al final, sabes que tus anteojos son parte de ti.
