Así que una venezolana que vive en Estados Unidos, decidió solidarizarse con su país a través de un tweet.
Analicemos: una ilustración que podría estar en 4chan, pero se la perdonamos, la Virgen con una oración, unas cadenas convirtiéndose en palomas libres, y... ¡un momento!
Sí. Eso.
Con muchas chispitas de chocolate.
Demasiadas chispitas.
Y como el internet es un lugar mágico, la diversión se desbordó.
La señora vio pasar su vida entera frente a sus ojos.
Y empezó a recibir mensajes de desesperanza.
Aunque ella no perdía la fe.
Le llegaron mensajes de sorpresa.
Y de antojo.
Y entonces, vino el momento más dramático del episodio...
¡La imagen prohibida llegó a sus hijos!
Pero la gente reaccionó de la mejor forma.
Y hubo quienes quisieron compartir grupo de Whatsapp con la señora.
Porque, qué padres los mensajes que debe intercambiar ella con sus amigas.
Y al final, Carol dedicó el bonito pastel al presidente venezolano.