Este miércoles, el Presidente Peña Nieto se reunió con el Primer Ministro de Canadá y el Presidente de los Estados Unidos.
Esta parecía una reunión como cualquier otra, pero no estábamos listos para el fantástico regalo que los tres líderes estaban a punto de darnos.
Tras finalizar su reunión, los amigos subieron a un templete para saludar a los fans.
Los tres reyes magos de Norteamérica miraron al futuro.
El fondo era espectacular.
Y ese fondo padrísimo sumado a la corbata a rayas de EPN, nos hizo sentir en algún épico momento de Harry Potter.
Los tres líderes saludaron con más emoción que una botarga del Dr. Simi.
Sus sonrisas llegaban de Montreal hasta Mérida.
Y entonces, la magia inició cuando decidieron darse un apretón de manos.
Tuya, mía, tenla, te la presto.
¿Es el saludo de Juego de Gemelas?
Ese apretón de manos hizo que todo valiera la pena.
Pero como en Harry Potter, la verdadera magia apenas estaba por iniciar.
Al prepararse para bajar del templete, el Ministro de Canadá le cedió el paso al Presidente...
... ¡solo para dejar ir a Enrique y quedarse a admirar el bonito paisaje por última vez con el Presidente Obama!
Peña Nieto regresó, -igual que todos hemos vuelto al ser bateados-, para acompañar a sus dos amigos.
Y miró fijamente a la nada mientras el Ministro canadiense y el Presidente de Estados Unidos compartían un momento de cercanía.
No se vivía una historia así de desgarradora desde el final de Dos Mujeres un Camino.
Y así aprendimos que EPN, es todos nosotros en el amor.
