El domingo por la noche, la gente se disponía felizmente a ver Game Of Thrones, el juego de la NBA, o Master Chef, pero BuzzFeed no podía dejar ir el día sin soltar una bomba controversial: nuestra clasificación de dulces.
Y obviamente, la furia no tardó en desatarse.
Nuestra vira fue cuestionada.
Y nuestros orígenes también.
¡Qué no!
¿Quieren que me ponga a cantar el himno?
Las historias conmovedoras no tardaron en aparecer.
Ese episodio de La Rosa de Guadalupe me hizo llorar.
Fuimos acusados de fraude electoral.
Nuestra salud mental y sentimientos fueron cuestionados. 😢
Y entonces, la gente empezó a apoyar a sus dulces favoritos.
¿Los nerds arriba? A los bullies no les gusta esto.
Ahora resulta que hay alguien a quien en serio le gustan las cocadas.
¿Cocadas? ¿En serio?
La hija de Pedro Picapiedra nos recordó que habíamos olvidado un básico de la infancia.
Y se nos cae la cara de vergüenza de haber olvidado a la Chipileta.
Lo bueno es que "todo está bien".
Al parecer todos los dulces tenían sus fans, menos los horribles que tienen una pasa adentro...
No olvídenlo, hasta ese tiene sus fans.
Y entonces, todos los partidarios del Pulparindo dejaron sentir su furia.
El lenguaje se puso como de pleito entre policías y vagoneros del metro.
Hubo fuertes declaraciones.
Y los críticos de estilo también se dejaron escuchar.
Ya pues, ya entendimos que todos aman al Pulparindo.
Y cuando todo parecía perdido, llegamos a una frase llena de sabiduría.