Los científicos creen que en los cuerpos de agua cercanos, como ríos o lagos, se forman trombas o tornados que tienen la fuerza suficiente para succionar peces. La tormenta continúa y eventualmente, los animales terminan cayendo en otro lugar.
Básicamente, los peces se convierten en parte del ciclo del agua, pero no se evaporan, llegan a las nubes por culpa de los tornados.
Se han dado casos, como en Sri Lanka en 2014, en que los peces siguen con vida cuando caen a la tierra.
También hay casos documentados de lluvias de ranas, semillas, nueces y hasta piedras. Pero no es común que suceda.
La próxima vez que escuches sobre una lluvia de peces, no te asustes, aunque no pasa con frecuencia, tampoco significa que el fin del mundo está cerca.