1.
Cada semestre era lo mismo: los primeros días de clases ibas arregladito y muy motivado...
2.
Nunca faltaba el maestro que se quería hacer el gracioso.
3.
O peor, el que te decía "todos en esta clase tienen 10..."
4.
Odiabas con todas tus fuerzas los exámenes sorpresa.
5.
A veces improvisabas y te ponías un poco creativo a la hora de contestarlos.
6.
Aunque luego te aplicaban la de "el examen estaba fácil para el que estudió".
7.
Sabías que el oso más grande que se podía vivir era decirle "mamá" a la maestra.
9.
Este borrador te arruinó tus apuntes en más de una ocasión.
10.
Eso de hacer resúmenes del libro, simplemente nunca se te dio.
11.
Por más que lo intentaste...
12.
¿Recuerdas esa vez que te desvelaste estudiando para un examen y el profe lo canceló?
13.
Vivías con el miedo de que el maestro te hiciera una pregunta cuando no estabas poniendo atención.
14.
Pasar a exponer era una de tus peores pesadillas.
15.
En especial, si no te preparabas para hablar del tema.
16.
Sabías que eso de trabajar en equipo nunca funcionaba.
17.
A veces, las clases eran tan difíciles que no entendías ni madres.
18.
El día que faltaste a clases, a huevo pasó algo súper interesante en la escuela.
19.
Pero, sin duda, una de las tragedias más grandes que viviste fue cuando abriste tu mochila y te diste cuenta de que no traías la tarea.
