IAVE es un método electrónico de pago para las autopistas del país.
Para una de sus campañas más recientes, decidieron hacer una comercial que hace sentir incómodo a todo el que lo ve.
La historia comienza con un hombre moreno despeinado, sucio y con ropa rota, llegando a la puerta de una chica. Ella es blanca, está limpia, arreglada y tiene una cocina digna de Instagram.
Lo deja pasar a la casa y hasta le ofrece comida.
La cosa simplemente se va poniendo más rara... En un punto ella hasta lo baña.
En serio, para la mitad del video ya no sabes si son una pareja muy extraña o qué carajos está pasando.
Casi al final, mientras la mujer está poniendo una maleta en el coche, él la ve con cara de tristeza y ella lo lo invita a unirse a su viaje después de ver su carita afligida.
Pero, de pronto, la escena cambia y te revelan la verdad: ¡TODO EL TIEMPO FUE UN PERRO!
¡UN PERRO! Porque, al parecer, los hombres morenos que viven en la calle son como perros, ¿y las personas blancas sus salvadores? No sé... yo también estoy confundida.
La gente está acusando a la campaña de ser racista.
Les parece increíble que en pleno 2017 sigan existiendo este tipo de "conceptos creativos".
Están muy molestos y lo consideran un mensaje clasista y que fomenta la desigualdad en la sociedad.
Y no entienden cómo pueden comparar a una persona de color con un perro.
Este video nos deja con un mal sabor de boca y con un montón de dudas:
Al final, el comercial nos demuestra una cosa: Seguimos teniendo problemas de inclusión y racismo en los medios y necesitamos hacer algo para cambiarlo, ¡YA!