Me llamo Christopher Roberto Cisneros Franco, pero me conocen como Choper Nawers desde que tenía 11 años.
Soy de Sinaloa. Nací en Culiacán y crecí rodeado de gente increíble que siempre me ha inspirado. Tengo 38 años, estudié la carrera de diseño gráfico y soy ilustrador. Mi pasión siempre fue dibujar y Sinaloa, definitivamente tiene las mejores historias que contar.
El color de mi estado y su gastronomía, han sido fundamentales en el desarrollo de mi trabajo...
No puedo ilustrar sin pensar en la comida, la gente, la sierra y el mar; vivo en un estado largo, rodeado por playas, valles y montañas.
El arte, la música y, sobre todo la lectura, han sido parte fundamental de mi vida.
Además, creo que, de las cosas que más influencian a una persona, es que los mayores la motiven a crecer y trabajar.
En mi caso, así fue. Crecí en una tribu de personas exitosas y muy trabajadoras.
Una de mis más grandes influencias surgió cuando tenía 5 años. Descubrí que mi abuelo tenía una oficina llena de libros, y ahí fui viendo y desdoblando quien ahora soy: un ser humano que ama el dibujo y su profesión. En esa oficina tuve mi primer contacto con los dinosaurios de los libros de ciencia, y también pude ver los horrores de holocausto en una serie de libros que retrataban la Segunda Guerra Mundial. Pero también complementaba con libros de arte y esculturas.
Con el paso de los años, muchas otras personas se convirtieron en las influencias de mi trabajo. Considero que en esa búsqueda de identidad es donde se absorben todos los colores y las formas posibles.
Aún recuerdo los primeros encuentros con Vincent, las horas de Mucca con esos dejos de música de fondo donde sonaba José Alfredo, todas las mañanas a la hora del desayuno.
De mi estado, descubrí a Rolando Arjona y Antonio López Saenz, cuyas formas, sin duda, forman parte de mi acervo gráfico. Podría decirse que ellos definen un poco mi estilo, aunque también siento que soy como una capirotada, que soy un todo y un nada: no creo totalmente en el estilo, creo más en el dibujo y en que uno se debe de dar permiso de dibujar lo que le venga en gana.
Estoy convencido de que mientras creces y vas descubriendo más fuentes de inspiración, puedes ir explorando a conciencia y por gusto, los estilos que quieras.
Hoy en día, mis top 3 son:
1.Michael Schwab
2.Douglas Fraser
3.Antonio López Saenz
De López Saenz, amo su pintura: “La inundación de Guasave”, ya que retrata un tema que es fundamental para mí: LA IDENTIDAD CULTURAL. Como ilustrador, considero importante hacer visible la belleza del lugar de origen, es algo que valoro mucho.
Además del beisbol. Créanme, el mundo sería un lugar muy triste sin beisbol.
Para mí, ser sinaloense significa ser orgulloso.
O sea, sentir orgullo de ser sinaloense.
Existen una validez y unas ganas de entrega increíbles.
Pero, además, ser de Culiacán, ser “Culichi” es diferente. Hay mucha magia en esta ciudad: el calor que pica, la cerveza a medio día, los mariscos frescos, los desayunos que son una experiencia única en la vida.
Ser Culichi es ir contra corriente, es saber remar con fuerza en las adversidades y sacar la casta. ¡Somos tercos por naturaleza y lo que nos proponemos lo logramos!
La gente siempre me ha preguntado por qué nunca me fui de Culiacán para hacer mi carrera en otra parte, a lo que contesto:
En México puede haber muchos Choper, pero en Culiacán, ¡sólo hay uno!
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