1. Si no vives en una ciudad grande, tuviste que hacer varios viajes largos para sacar tu visa de estudiante.
2. Tu primera acción fue recolectar todas las cosas que sabías que no encontrarías en tu destino.
3. Cuando te despediste de tu familia y amigos, sentiste un poco de arrepentimiento por irte lejos de ellos.
4. Después de volar por mil horas para llegar a tu destino, tuviste que adaptarte a un horario diferente al de tu ciudad en México.
5. Cuando llegaste, no entendías casi nada de lo que te rodeaba y tardaste un poco en aprender a orientarte.
6. Al llegar a tu edificio de estudiantes, te diste cuenta que el ambiente de los internacionales es muy diferente a lo que estabas acostumbrado.
7. Cuando la gente se enteró que eras mexicano, te volviste la persona más popular del lugar.
8. Aunque después te diste cuenta que habían otros 400 mexicanos y ya no te sentiste tan especial.
9. Es posible que hayas experimentado algunos choques culturales, pero siempre supiste cómo manejar la situación.
Admiro lo tolerante que me he hecho en mi intercambio. Trabajar con tantas nacionalidades y formas de pensar NO es del todo fácil.
Y aprendiste que no todos pensamos igual.
10. Cuando comparaste el costo de vida con el de México, comenzaste a cuestionar cómo sobrevivir en tu nueva, y muy cara realidad.
11. Y te llegaron a pasar pequeñas tragedias como esta:
Me emocioné porque pensé que me había encontrado €4 y me llevé la decepción más grande de la semana.
Ay...
12. Lo primero que buscaste en el súper fueron tortillas, y si las encontrabas, hacías tacos con cualquier cosa que pareciera carne.
13. Asustaste a más de un extranjero con tu habilidad de meterle mano al sartén mientras calentabas algo.
14. Te acostumbraste a no poder contactar seguido a tus amigos y familiares en México por la diferencia de horario...
15. Aprendiste a valorar los adaptadores y no te animabas a prestarlos tan facilmente.
16. Más de una vez intentaron hablarte en "mexicano" y solo te decían cosas como: "Hola, ¿cómo estás? Muy bueno, mariachi, arriba, caliente. ¡No mames güey!"
17. Si eras una persona muy picky que nunca se movía en transporte público, se te quitó por pura necesidad.
18. En algún punto, te tomaste la típica foto con la bandera de México.
19. También, aprovechaste la oportunidad de conocer la comida de distintos lugares, aunque te resignaste a que nada iba a tener salsa.
20. Después de un tiempo, comenzaste a convivir con los locales y te adaptaste a la cultura de su país.
21. Viajaste a lugares que jamás habías imaginado que existían.
22. También, hiciste músculo cargando una mochila de diez kilos en todos tus viajes.
23. Lamentablemente, sabías que esta experiencia iba a terminar y que en algún punto tenías que regresar a antigua vida.
24. Y, a tu regreso, sacabas el tema de tu intercambio a la primera oportunidad.
Como ya regresé de Europa, es mi deber decirle a todos en todo momento que viví en Europa y decir Europa tres veces en cada oración. Europa.
Sí, en todo momento.
25. Porque estás seguro que jamás olvidarás todo lo que viviste en tu intercambio y guardarás los recuerdos para siempre.
