1.
Cuando te dicen "precalienta el horno a 450 ºF" hay tantísimas dudas:
2.
Si se trata de prender la estufa con cerillos tú no juegas.
3.
No podrías escoger una verdura o fruta madura ni aunque tu vida dependiera de ello.
4.
Y sí, es una gran sorpresa cuando te enteras que tienes que lavarlas.
5.
Tus pastas han pasado por solo dos términos: cruda o quemada. Nada de al dente.
6.
Cada vez que quieres empezar a cocinar te acuerdas que eso toma mucho tiempo y optas por marcarle a Dominos.
7.
Has quemado más de una quesadilla.
8.
Has considerado tener una relación con alguien sólo porque sabe cocinar.
9.
En tu casa hay un sartén, chance dos y nada más.
10.
Tu refri tiene dos cervezas quemadas, un paquete de queso amarillo y fruta pasada.
11.
Excepto un día después de ir al super.
12.
Cuando te piden ayudar en la cocina, el papel perfecto para ti es el de "pinche".
13.
Tú y los menús de comida a domicilio son mejores amigos para siempre.
14.
No sabrías qué sería de ti si no existiera el microondas.
15.
O la comida congelada.
16.
Cada vez que entras a cocinar alguien acaba herido, (o tú o la comida).
17.
Si una receta tiene más de 3 pasos, inmediatamente se convierte en una misión imposible.
18.
En la pregunta: "Debería cocinar o ver Netflix", Netflix siempre gana.
19.
Amas ir a casa de tus amigos porque sabes que siempre habrá un alma caritativa que va a darte de comer.
20.
Cuando te dicen algo como "te toca llevar las botanas", inmediatamente piensas en ir a este lugar:
21.
"¿Sabes lo que ahorrarías si cocinaras en tu casa"?
22.
No sabes por qué, pero la comida no sabe tan rica cuando la preparas tú.
23.
Un par de veces te ha dado por comprar comida fresca para cocinar.
24.
Tus amigos hablan de la Nutribullet y esas cosas y tú no tienes idea qué son, ni para qué sirven.
25.
Las únicas especias que conoces son sal y pimienta.
26.
Aunque eso sí, tienes la cocina más limpia del mundo.
