Este post tiene, sí, adivinaste: ¡SPOILERS!
1. Nunca en la vida hubo una mención del tal Aurelius Dumbledore.
2. La cinta está súper saturada con tramas secundarias de cada uno de los personajes. ¿Realmente eran necesarias?
3. ¡Todo lo que sucede con Queenie!
4. Y todo lo anterior le vale 1000 KG de varita mágica a su hermana.
5. No conforme con lo anterior, meten a un montón de personajes que parecen importantes, pero no reciben contexto.
6. Ni hablemos de los personajes que sí merecían más espacio y los pelusearon, como Nagini.
7. Todo el drama (sacado de Hasta en las mejores familias) de los Lestrange acaba siendo un enorme "ah, va".
8. Sin mencionar que el sacrificio de Leta se siente totalmente innecesario.
9. Hablando de tener que injertarle drama a la historia... ¡Nicolás Flamel!
10. La innecesaria transformación de Dumbledore.
Dumbledore: 1927/1937. A alguien le sentó muy mal luchar contra Grindelwald #FantasticBeasts2 #FantasticBeats
No me malinterpreten, me encanta la idea de ver a Jude Law en un traje de tres piezas siendo el maestro más sensual en la historia de Hogwarts. Sin embargo, ya habíamos visto cómo se veía en 1937 y digamos que el cambio es radical. Pudieron apegarse un poco más a lo que ya nos habían mostrado.
11. La existencia del pacto de sangre salió de la nada y parecer ser una excusa para simplificar la trama.
12. No sólo eso, parece extraño que Grindelwald, en su afán por enfrentar a Dumbledore, no destruya el pacto.
13. La ambigüedad de la relación entre Grindelwald y Dumbledore es decepcionante.
14. Y finalmente, el hecho de que la película se llame Animales Fantásticos y eso pase a quinto plano.
Un gran tache en la historia del Mundo Mágico.
