1.
Cuando eres un huevón en la escuela, aprendes el poder de la fe.
2.
Hacer exámenes es como un juego de azar.
3.
Saltas clase como un ninja.
4.
Luego descubres que tienes profesores que no te conocen.
5.
Cuando un examen ya está perdido, te puedes divertir con él.
6.
Y cuando expones sin saber nada, te vuelves un maestro de la improvisación.
7.
Aprendes que el hubiera sí existe, se llaman extraordinarios.
8.
Y comprarlos todos se siente como un lujo.
9.
Te acostumbras a hacer malabares con las crisis.
10.
Generas solidaridad con tus amigos huevones.
11.
El regreso a clases significa otra cosa para ti.
12.
Cuando no aprendes en las aulas, aprendes del mundo.
13.
Empiezas a pensar fuera de la caja.
14.
Descubres que a veces el mínimo esfuerzo es más difícil.
15.
Te esfuerzas por darle seguridad a tu familia.
16.
Aprendes a mentalizarte para el éxito.
17.
Desarrollas una personalidad múltiple.
19.
Te acostumbras a la condición trágica de la vida.
20.
Quién sabe cómo, pero salvas el semestre.
21.
Y cuando te gradúas, ni tú te la crees.
