Lo primero que sabemos de este hombre es que se bajó de su Jeep plateado con placas PYT-77-96 para perseguir a un peatón.
La víctima sólo fue alcanzada porque se detuvo a tratar de dialogar.
Una mujer que acompañaba al agredido trató de intervenir, pero el agresor la mandó al suelo de un movimiento.
El afectado original trató de contraatacar pero avanzó directo a una embestida.
Un transeúnte trató de calmar las aguas...
Pero tendría que platicarlo primero con la bota.
Otro testigo se sumó a la escena y nos hizo temer por el destino de su bebé.
Pero el hombre iracundo por fin se detuvo a pensar qué estaba haciendo.
En redes lo nombraron como #LordPeatones.
La ira es un mal contagioso y se esparce incluso a través de las redes.
Y la única cura es la empatía.
Detenerse a pensar las cosas y ponerse en los zapatos del otro.
Y, en una de esas, hasta el humor.
¿Qué le está pasando a esta sociedad?
Esto tiene que parar. Ya.
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