Desde hace unos meses, KFC está jugando a ser Dios con su más nuevo invento, la Chizza.
Imagina una pizza, pero en lugar de masa, tiene una pechuga de pollo hecha con la receta secreta.
Hoy, la Chizza llegó a territorio nacional y nosotros... pues no sabíamos qué pensar.
Ya habíamos visto cómo se preparaba la Chizza en Europa, así que teníamos muy bajas expectativas.
Aún así, decidimos probarla.
Cuando abrió el KFC, ya estábamos ahí, esperando para comprar las primeras Chizzas.
Para degustarla objetivamente, decidimos usar el método científico.
La primera sorpresa fue el aroma.
Por fin llegó el momento de la verdad.
Damas y caballeros, con ustedes: La Chizza.
Erich: "Muy buen munchies pero está muy cara."
Calificación total: 31 / 35
Veredicto:
"Cuesta 105 pesos. Creo que no la volvería a comprar. El queso y el pepperoni son muy mediocres pero está bien porque no opacan al pollo. Es un gran snack pero, por el precio, es una experiencia solitaria."
Fana: "¡Tiene forma de corazón!"
Calificación total: 27 / 35
Veredicto:
"Tiene todos los elementos del munchies perfecto, aunque podrían haberle puesto más peperoni. La salsa no está muy bien distribuída y, concuerdo, está muy cara."
Gus: "No esperaba que estuviera tan rica."
Calificación total: 32 / 35
Veredicto:
"Está deliciosa aunque esperaba que fuera más crujiente. Me gustó mucho pero el precio me sorprendió un poco."
Joaquín: "El jalapeño es un súper plus."
Calificación total: 27 / 35
Veredicto:
"Podría tener menos grasa pero no me quejo. Yo sabía en qué me estaba metiendo.
El queso se endurece muy rápido y unas mordidas son más saladas que otras. La primera impresión es perfecta pero, hacia el final, es como comer KFC normal.
Sí la volvería a comer."
Pepe: "No quería que me gustara pero me ganó el pollo."
Calificación total: 25 / 35
Veredicto:
"Ya había preparado un buen de chistes que ahora no puedo usar porque sí está muy rica. La primera impresión es perfecta, por eso la última mordida es la menos sabrosa. Aún así, recuerdo pensar mientras me la acababa 'ojalá me la hubiera comido más lento.'"
Llegamos a este experimento con expectativas tan bajas que el Coronel Sanders nos voló la cabeza.
Lo hiciste otra vez, Sanders.
