Seguramente tu 2015 inició con muchas expectativas.
Varios propósitos que ya sabías que no ibas a cumplir, pero pues no está mal pretender que este año sí lograrías.
Pero había un objetivo claro: por fin encontrar el amor.
Nadie iba a recibir más amor en 2015 que tú. Definitivo.
Pero, ¡oh, sorpresa! Había competencia.
Y sí, todo ese amor que se suponía que ibas a recibir se fue a otra persona, a nuestra querida Hermana Flor.
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Empezó repartiendo bendiciones.
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Se empezó a llevar con la crema y nata del mundo eclesiástico.
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Pero jamás perdió la sencillez y siguió estando cerca de sus seguidores.
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Sus fans le hicieron tributos.
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Su imagen se volvió de culto.
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Sus haters tuvieron que ceder y empezaron a mostrar su amor.
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Más amor que en hotel de Tlalpan un 14 de febrero.
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Y entonces, la prueba de fuego: la final de Master Chef; y sus fans estuvieron ahí mandando todo su amor.
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Y hubo hasta quien quiso aplicar Netflix & Chill con ella.
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Y aunque la Hermana Flor no ganó Master Chef, sus fans no dejaron de brindarle amor y apoyo.
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Las plagas de Egipto volvieron en forma de castigo.
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Pero la Hermana Flor no solo sabe recibir amor, también lo da, y llamó a la paz.
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Y no paró de corresponder tanto amor.
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Y fue así como la Hermana Flor recibió, mucho, mucho más amor que tú en 2015
