20 Cosas que sólo entenderás si eres mexicano pero no comes nadita de chile

    Eso de que "la salsa no pica" son puras mentiras.

    1. Has intentado comer cosas picantes un buen de veces, pero es una maldita tortura.

    2. No comprendes cómo a la gente le gusta sufrir, sudar, moquear y hasta llorar.

    3. Estás hasta la madre de las burlas y los chistes...

    4. Y de la bromita tonta de "uy, ¿qué no te gusta el chile?".

    5. Odias que la gente asuma que tooodos comen picante y que preparen la comida súper enchilosa.

    6. Pero sabes que puedes contar con tu mama, quien siempre termina cocinando algo especial para ti.

    7. Nunca puedes compartir las palomitas en el cine porque, obviamente, la otra persona quiere atascarlas de chile.

    8. Te pasa lo mismo en las reuniones, hay botana riquísima y a la gente siempre se le ocurre ~mejorarla~ bañándola en un chingo de salsas.

    9. No entiendes por qué se llama "chile del que no pica".

    10. Ir a los tacos puede convertirse en una experiencia muy peligrosa.

    11. Bueno, comer antojitos en general es un riesgo constante.

    12. Ya perdiste la cuenta de cuántas veces te han recomendado comer más cosas picantes para que te acostumbres.

    13. Y cuando por equivocación comes algo enchiloso, pasas el resto del día sintiendo que tu estómago está en llamas.

    14. Cada que te ofrecen comida tienes que pasar por el ritual de preguntar "¿pica?".

    15. El "ni pareces mexicano" es una constante en tu vida.

    16. La gente no te cree cuando les dices que hasta los Pulparindos te enchilan.

    17. Cuando alguien descubre que no comes chile empiezan con el cuestionario: "oye, ¿entonces no comes *inserte cualquier alimento picante*?".

    18. Tienes amigos trolls que te han dado comida enchilosa en secreto solo para reírse de tu reacción.

    19. Y luego tienes que soportarlos presumiéndote cómo ellos pueden comer chile como si se tratara de chocolate.

    20. Al final, sabes que no comer picante no te hace menos fuerte... y que tú no vas a pasar un rato en el baño arrepintiéndote de haber comido chile del que sí pica.