Desde temprano el mundo estaba esperando el anuncio.
La gente comenzó a revisar sus finanzas antes del evento.
Hubo quienes empezaron a considerar métodos de pago más creativos.
No faltaron los que se pusieron felices porque los modelos viejos bajaran un poquito de precio.
Algunos solamente se conectaron para volver a abrir heridas que todavía no sanan.
Todo el mundo tenía teorías.
Algunas, bastante creativas.
Pero cuando finalmente anunciaron el iPhone 8, la gente comenzó a notar que no había mucha diferencia con el anterior.
Algunos pensaron que era la repetición de la presentación anterior.
Y no les quedó otra más que burlarse.
El iPhone 8 llegó para romper corazones.
Aunque a los verdaderos fans no les importó.
La esperanza estaba en el siguiente modelo: el iPhone X.
Porque, la neta, el 8 pasó de moda antes de salir a la venta.
Literal, la fama le duró como 15 minutos.
La gente está dispuesta a hacer lo que sea por el iPhone X.
Las tías del mundo comenzaron a ver las posibilidades.
El reconocimiento facial del teléfono, está abriendo un mundo de posibilidades.
No más buscar a tu ex en la peda.
Al iPhone X le creció la pantalla y también el precio.
Y como cada año, lo único que le quedó a los admiradores, fue hacer memes para no llorar.