Así que tienes una mata de pelo que parece tener vida propia...
Cuidarlo no es tan difícil como parece.
¿Crees que te estás lavando el pelo bien? Piénsalo dos veces.
Además, debes saber que si lo cepillas mojado, en lugar de seco, es más fácil que se rompa.
Siempre que te peines o cepilles empieza de abajo para arriba para no dañar tu pelo.
Si tu cabello es frágil o chino, lo mejor que puedes hacer es desenredarlo con un peine.
Si tienes mucha orzuela, vete directo al peluquero.
Y para evitarla, jamás talles tu pelo con una toalla.
No uses acondicionador diario, póntelo un día sí y un día no.
Nunca calientes tus tenazas y planchas al máximo.
El tamaño de una fresa es justo la cantidad de shampoo que tienes que usar si tienes el pelo largo.
Y siempre, siempre enjuágalo bien para que no queden residuos.
No te pongas mucha crema para peinar, el tamaño de dos semillas de calabaza es suficiente.
Usa un spray protector antes de usar calor en tu cabello.
Evita dormirte con el pelo húmedo o mojado, esto debilita los folículos.
Dale brillo extra enjuagándolo con agua fría después del shampoo y el acondicionador.
Consume mucho omega-3 para que tu pelo crezca más rápido.
Usa un cepillo especial dependiendo de lo que quieras lograr.
Quítale los restos de pelo cada vez que lo uses y lávalo con agua templada y shampoo una vez al mes.
Pero, sobre todo, si tu pelo está dañado, aléjalo del color y de los tintes y déjalo libre.
