21 Problemas con los que te identificarás si tienes una tierna pancita

    Sentarte es más difícil de lo que parece.

    1. Tienes toda la intención de bajar la pancita, pero ¿quién se va a comer esos tacos y donas si no eres tú?

    2. Luego dices, "ya, voy a empezar a hacer abdominales", pero al primer intento, te dan ganas de morirte y matar al que inventó ese ejercicio satánico.

    3. Te ha pasado que después de una semana de hacer dieta y ejercicio, tu pancita sigue allí. Entonces mejor dejas eso de "ser sano" para otra ocasión.

    4. No hay nada peor que la marca roja que te dejan los jeans en tu pancita.

    5. Tu peor enemigo probablemente sea el pantalón a la cadera...

    6. O los jeans de mamá, que hacen que tu pancita parezca un pañal gigante.

    7. Hay días en los que dudas sobre si estás embarazada o no.

    8. Difícilmente podrías ponerte algo pegadito y verte 100% esbelto.

    9. Cuando pasas frente a un espejo, inmediatamente te da por meter la panza.

    10. Pero si estás en tu casa, hasta te pones a jugar con ella.

    11. Ya se te olvidó cómo se ve tu ombligo.

    12. Lo que significa que debes lavarlo a conciencia.

    13. Te encanta tocar cariñosamente tu pancita, sobre todo cuando estás echado en tu cama/sillón, aunque la gente te vea raro.

    14. Uta, ¿qué tal cuando vas a la playa, o el día está muy caluroso y tus lonjitas se convierten en una fuente de sudor?

    15. A veces, cuando estás sentad@, te da por contar tus lonjitas.

    16. Y si tienes chichis, hay que aceptarlo, puedes tocarlas con tu panza.

    17. No hay manera de que vayas a sentarte sin tener que jalar tus pantalones hasta arriba.

    18. Te han tomado fotos in fraganti en las que tu pancita hace un aparición especial.

    19. No puedes mas que identificarte con las pinturas renacentistas.

    20. A tu pareja le parece muy tierno pellizcarte tus rollitos.

    21. Y tú también los sobas con cariño.