19 Devastadoras tragedias que sólo entenderás si eres zurdo

    Por ejemplo, jamás poder escribir derechito sobre un pizarrón.

    1. Una de las primeras desgracias que enfrentaste fue aprender a recortar en la escuela.

    2. Luego descubriste que había una amplia gama de útiles escolares para zurdos como tú.

    3. Cuando aprendiste a escribir, te acostumbraste a que tus manos SIEMPRE estuvieran manchadas.

    4. Según tus maestros, para que esto no sucediera, sólo tenías que poner el cuaderno un poquito de lado.

    5. Sin embargo, no te dijeron que el mayor reto iba a ser escribir en un cuaderno con espiral.

    6. Aunque existe algo todavía más doloroso: la carpeta de anillos.

    7. Si en tu escuela los escritorios eran individuales, casi todos tus compañeros se acomodaban sin problema, excepto tú y los otros dos zurdos del salón.

    8. En cambio, si había escritorios compartidos, tenías que sentarte del lado izquierdo o con otro zurdo.

    9. Problema que sigues sufriendo al día de hoy en tooodas las comidas grupales.

    10. Lo más difícil de escribir en un pizarrón no era pasar al frente, sino escribir en línea recta, como todos los demás.

    11. En general, escribir en cualquier superficie que este un poco inclinada SIEMPRE es más complicado si eres zurdo.

    12. El mundo está lleno de cosas que no están hechas para ti, por ejemplo, las tazas con dibujitos...

    13. Las cucharas para servir helado.

    14. Y las perillas de las puertas.

    15. Te sientes personalmente excluído de la librería de emojis:

    16. Y jamás falta alguien que, aunque lleva años de conocerte, apenas notó que escribes con la mano izquierda.

    ¿Cuantas zurdas y zurdos como yo por aquí? 🙋🏻‍♀️(levanten la mano izquierda😂) ¡Feliz día! 💃 #DiaInternacionalDelZurdo #FelizLunes https://t.co/nsAeGl1DOc

    17. Nadie entiende lo que para ti implica usar reloj.

    18. En más de una ocasión has chocado con alguien en la calle porque tu instinto dice que vayas hacia la izquierda.

    19. Y saludar de mano tampoco es tan fácil como parece, pues sin pensarlo terminas haciéndolo con la mano equivocada.

    Pero, al final del día, amas ser zurdo porque es una de esas cosas que te hacen ser todavía más especial.