1.
No importa cuánto ames y consientas a tu mejor amigo, secretamente te odia un poco.
2.
Probablemente solo esté chingándote.
3.
A veces hace cosas que no tienen sentido.
4.
Te preguntas si es su naturaleza o solo quiere ver al mundo arder.
5.
Por mucho que lo ames.
6.
A estas alturas ya ni te sientes ofendido.
7.
Entiendes que es esa relación amor-odio lo que los une.
8.
Es mejor no preguntarte por la lógica de este fenómeno.
9.
Y aceptarla, por mucho que te duela no haber descansado ni una hora.
10.
La única alternativa que te dejan es enseñar disciplina.
11.
Aunque parezca que son ellos los que te están educando.
12.
Tal vez su valemadrísimo es por tanto trolleo que reciben.
13.
Pero el 90% de las veces, su comportamiento no tiene sentido.
14.
Lo bueno es que los amas, sin importar qué tan crueles sean contigo.
