Hice un viaje con dos extraños y afortunadamente viví para contarlo

    Viajé a un pueblo fantasma con gente a la que conocí en una app y viví para contarlo.

    Pasé la Semana Santa en San Luis Potosí. Mi viaje de regreso fueron dos horas en combi y una eternidad en este microbús glorificado.

    Pero el viaje de ida fue infinitamente más placentero porque pedí aventón.

    Todo comenzó cuando googleé cómo llegar a mi destino. Me apareció publicidad de camiones, de aerolíneas... y el anuncio de Luis.

    ¿Viajar con extraños? ¿Qué no es así como mueren los tontos?

    Por suerte, esta app te deja ver el perfil de tu acompañante y leer la experiencia de otros usuarios.

    ¿Y cómo le entro a uno de estos viajes?

    Ahí ya es cosa de ustedes ponerse de acuerdo.

    Y así es como acabé afuera del WTC a las 5 AM, esperando a un par de extraños que me iban a llevar a un pueblo fantasma de San Luis Potosí.

    Esperaba encontrarme a un asesino en serie pero me encontré con una pareja muy chida.

    Como llegué muy temprano, me tocó desayunar con ellos.

    Comimos, empacamos y, apenas se nos quitó el sueño salimos con rumbo a la aventura.

    En todos estos años de usar Blablacar, Tocayo y Nadja sólo han tenido una mala experiencia, en Zumpango, donde los dejaron plantados.

    El sol me despertó en la carretera mientras Tocayo trataba de conectar un teléfono al Bluetooth para poner música.

    Cualquiera diría que es mala idea dormirse en un carro ajeno, tan lejos de casa, pero horas más tarde, lo volví a hacer.

    Durante horas, hablamos de música y en algún punto nos pusimos a cantar a todo pulmón una rola de Twin Shadow.

    Finalmente, con ayuda de Google Maps, llegamos a la Estación Wadley.

    Todavía en Wadley pasamos varias horas juntos.

    ¿Y qué aprendí de todo esto?

    No olvides que el mundo es como es, no como debería ser. Por eso vale la pena tomar precauciones.

    No olvides que este es uno de esos servicios que dependen de que todos seamos chidos.

    Y no sé, el jueves por la noche abriré mi cuenta de Blablacar para ver todos los viajes que la gente comparte e imaginarme cómo sería ir con ellos.