1. Estas "cucas" que combinabas ilimitadamente.
2. Estas esponjosas donas para el pelo que también servían como pulseras súper padres.
3. Estos clips de mariposa de plástico que, al final del día, terminaban rotos en el fondo de tu mochila.
4. O ESTOS broches brillantes de mariposa que te hacían sentir inmediatamente como una princesa de la naturaleza.
5. Estas diademas elásticas que te raspaban el cuero cabelludo mientras te las ponías, pero hacían que el dolor valiera la pena.
6. Estas ligas con bolitas que siempre se enredaban en tu pelo sin importar cuánto cuidado tuvieras cuando te las quitabas.
7. Estos broches que inevitablemente rompías si tenías el pelo muuuuy grueso.
8. Estas hebillas de plástico que coleccionabas como si fueran cartas Pokémon.
9. Estas liguitas que le ponían un poco de color a cualquier cola o trenza.
10. Estos broches que mantenían cualquier peinado en su lugar mientras se enterraban en tu nuca.
11. Esta diadema gruesa que te chuleaban TODO EL DÍA.
12. Estas miniligas con bolitas que según tú parecían joyería.
13. Estas plumas que eran como extensiones de cabello que se enganchaban al pelo y que se crearon sólo para las más cool del salón.
14. Estos pasadores con brillitos que sólo tenían el propósito de que se vieran bonitos en tu cabello.
15. Y estos pasadores de estrellas que te convertían en una estrella de rock con solo ponértelos.
Este post fue traducido del inglés.