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Hablemos de los mexicanos que te dan orgullo

No hay nada más satisfactorio que ver a paisanos ayudándose, porque son antes que todo, mexicanos.

Recientemente les pedimos a los miembros de nuestra comunidad de BuzzFeed México que compartieran historias para celebrar a esos héroes mexicanos que tiran paro cuando uno menos se lo espera. Estas son algunas de las más bonitas:

1. Orgullo por la pasión de hacer lo que amas

"Cuando decidí hacer mi primer cortometraje llamado Tropelía, no tenía idea de lo que hacía. Lo único de lo que estaba seguro era que estaba descubriendo mi pasión por la dirección cinematográfica. La situación económica era limitada, por lo que no tenía ni un peso para pagarle a los miembros de la producción. Aún así, a mis amigos de la universidad no les importó y decidieron ser parte del proyecto sin importarles cuánto nos estresamos, mojamos y cargamos a lo largo de los 6 días de rodaje. Robé mucho de su tiempo y esfuerzo, pero al final todo valió la pena. Es un proyecto del que estamos muy orgullosos y que nos trae grandes recuerdos."

-Arturo

2. Orgullo por la perseverancia de hacer lo correcto

Fue un domingo cuando fui a la playa de Altata, allá en mi Sinaloa, a pasar el día echado en la arena disfrutando de la brisa del mar. Al retirarme de ahí, varios minutos después me percaté que había tirado mi cartera. Ese día la playa estaba llena, por lo que regresé sabiendo que su rescate era casi imposible y estaba en lo correcto: no la encontré. No tenía caso hacer coraje, todas las cosas se podían reponer, por lo que lo dejé pasar.

Horas más tarde, mi roomie me marcó para decirme que habían llamado a mi depa en Guadalajara tratando de localizarme, una mujer llamada Xitlalic que había encontrado mi billetera y se contactó con mi aseguradora para hacérmelo saber. Me puse en contacto con ella, me dio su dirección para poder pasar por mi cartera. Al llegar me contó que la encontró tirada y en el estacionamiento y su único pensamiento era hacérmela llegar de vuelta.

Creo que mi parte favorita de la historia fue que cuando ella hizo todo eso se encontraba frente a sus hijas a quienes les regalaba una valiosa lección acerca de la importancia de devolver las cosas a sus dueños."

- Alex

3. Orgullo por la fortaleza de un padre mexicano

Un día, en un puesto de tacos en la gasolinera que está sobre la carretera Qro - Mex un señor llegó con su hijo a pedir dos tacos. El papá se esperó a que su hijo se acabara el suyo y le preguntó si seguía teniendo hambre. Cuando el hijo le dijo que sí, el papá le dio el suyo. Buscó más dinero pero al ver que no tenía más, ya no pidió otro taco.

Un joven que estaba junto a ellos pidió 5 tacos para llevar y 5 tacos para comer ahí. Volteó con el papá y le dijo que escogiera de qué querían sus 5 tacos. La sonrisa del papá no se me va a borrar de la cabeza nunca.

- Anónimo

4. Orgullo por la cultura de dar sin recibir

"En abril fui de vacaciones a Monterrey, mientras esperaba a una amiga en el museo, una señora y su hija con una cortesía para cinco personas. Me preguntaron si venía con alguien y les expliqué que estaba esperando a una amiga. Como a los 10 minutos la señora me entregó dos stickers de entrada y me dijo 'Para tu amiga y para ti'". No supe qué decirle mas que gracias, y me imagino también que mi cara lo dijo todo.

- Jeniffer

5. Orgullo por la lealtad de un mejor amigo

"Durante la época en la que mi papá se quedó sin trabajo y nuestra familia estaba pasando por temporadas económicas terribles, mi mejor amigo estuvo ahí sin importar. Me ayudaba cuando salíamos a comer con nuestros amigos, la fiesta, el metro para ir a trabajar. Literalmente cualquier situación en la que necesitaba ayuda, él estaba ahí. No importaba qué. "

- Henry

6. Orgullo por la generosidad de una pareja

Una vez iba caminando sobre Reforma y empezó a llover fuertísimo. Yo no traía paraguas ni impermeable. Junto a mí, iba caminando una pareja cada uno con su paraguas. Se me acercaron y me preguntaron que si iba a caminar por Reforma mucho. Les dije que sí, que hasta la parada de Chapultepec. Me pasaron uno de sus paraguas. “Nosotros compartimos uno, así nos abrazamos”.

Obviamente les di un abrazo de oso cuando se los regresé. Me arrepiento de no haberles pedido sus contactos. Me gustaría tenerlos de amigos, la neta.

- Isa

7. Orgullo por la bondad de un extraño

"En diciembre del 2018 fui a una plaza comercial con mi novio para cambiar un regalo. Al bajarnos, sin darme cuenta, dejé mi celular arriba de la cajuela. Fuimos a la tienda, estaba viendo los zapatos y al momento de querer enviarle una foto del par que escogí a mi mamá, busqué el celular y no estaba. Saqué todo de mi bolsa, le pregunté a mi novio y a las señoritas de la tienda y nada. Mi novio decidió irlo a buscar al auto, se tardó aproximadamente quince minutos y llegó diciendome 'te dejaron esto' y me entregó el celular con una nota. La persona vio mi celular en el limpiaparabrisas. Él me comentó que estuvo buscando por todos lados, movió los asientos, abrió la cajuela, hasta que volteó y vio algo raro y estaba ahí, escondido boca abajo con la nota.

La nota decía: '¡Hey! Dejaste tu cel sobre la cajuela, lo pusimos aquí porque estaba muy a la vista"

- Cristy

8. Orgullo por la amabilidad de un mexicano

"Fue un momento simple, pero que siempre recuerdo: En 2016 fui al concierto de una banda que me gusta mucho, ahí abrió una banda telonera que ya conocía. Me la pasé gritando todas las canciones y en un momento, lanzaron una plumilla a mi dirección, pero no la agarré y desgraciadamente, ya no la volví a ver. Acabando el concierto, un desconocido me dijo 'toma, se ve que a ti te gustan' y me la dio. Neta fue uno de los conciertos más increíbles a los que he ido.

-Rubén

9. Orgullo por la empatía de unas desconocidas

"Hace cinco años, mi hermanito tuvo un accidente muy fuerte; se cayó de un cuarto piso y estaba en terapia intensiva. Cuando llegó mi galán a verme, nos fuimos a las escaleras del edificio y me solté a llorar (me había estado aguantando las ganas), y mientras él me consolaba, algunas personas pasaron por ahí. Después de un rato, ya que estaba más tranquila, bajamos por un café. Entrando a la cafetería se me acercaron unas chicas, creo que eran dos, ni siquiera recuerdo cómo eran, pero me preguntaron si yo era la que estaba llorando en las escaleras.

Cuando les contesé que sí, una de ellas extendió la mano y me dijo: 'te compramos esto - un muffin de chocolate y un capuchino- esperamos que lo que sea que esté pasando mejore y todo salga bien'. No pude hablar, ni dar las gracias. Empecé a llorar otra vez y él les dio las gracias por mí.

Mi hermano se recuperó, por cierto. Y me gustaría haber podido decirles que su gesto sí me ayudó."

- Luz

Nota: los relatos se han editado por motivos de longitud o claridad.

Estos héroes son los que nos llenan de orgullo y merecen ser celebrados. ¿Conoces a un mexicano que la está rompiendo como ellos? Don Julio reconoce a estos héroes, pero antes que todo, a los mexicanos.