11 Rutas de senderismo en México que tienes que hacer algún día

Descubre paso a pasito todas las bellezas naturales que tenemos en México.

No olvides cuidar muy bien tus pies para que puedas explorar México pa'rriba y pa'bajo. Y si un día el pie de atleta no te deja dar bien el paso, recuerda que Lotrimin te pone de pie.

1. Paso de Cortés, Estado de México.

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Esta caminata es justo en el valle que se forma entre el volcán Popocatépetl y el Iztaccíhuatl. Está en Amecameca, o sea, más o menos a un par de horas de la Ciudad de México. El sendero está muy bien marcado y señalizado, y puedes escoger entre hacer caminatas de 30 minutos o echarte una de 2, 3 o hasta 4 horas. El lugar es una postal que se te quedará grabada por el resto de tu vida, así es que te recomendamos no llevar cámaras ni celulares y experimentarlo todo con tus cinco sentidos. 

2. El Sótano de las Golondrinas, San Luis Potosí.

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Esta caminata es perfecta para principiantes porque es cortita, poco empinada y tiene un final espectacular: avistamiento de golondrinas. Está en el corazón de la Huasteca Potosina, en San Luis Potosí, y es una cueva vertical ocasionada por la erosión de piedra caliza. El plan es llegar muy temprano para ver el amanecer y la salida de los pájaros, o llegar al atardecer y ver cómo se clavan a la cueva como kamikazes para irse a dormir. Es un show de la naturaleza que pasa diario y que de verdad no te puedes perder. 

3. Barrancas del Cobre, Chihuahua.

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Esta ruta es muuuuuy pesada porque puedes llegar a caminar hasta 60 kilómetros. ¿Pero sabes qué no te va a pasar nunca? Arrepentirte de hacerla. Es una de las caminatas más bonitas del país gracias a sus impactantes cañones que se pintan de color rojizo al amanecer y atardecer. Lo increíble de este camino es que no solo vas a convivir con la naturaleza del lugar, sino que conocerás varios pueblos mineros y ferrocarrileros que llevan años funcionando y esperando que los visites. En una de esas hasta te animas a dar una vueltita en El Chepe para descansar los pies un rato. 

4. Bosque Otomí-Mexica, Estado de México.

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Este bosque de 2,800 hectáreas es un centro ceremonial y natural que cuenta con diferentes rutas de senderismo que atraviesan presas, ríos y lagos temporales. Está en las faldas del Cerro Las Navajas, a una hora y media de la Ciudad de México. Si vas en temporada de lluvias, vas a poder caminar entre hongos de tooooodos tamaños y colores (pregunta a los locales cuáles son comestibles y échate una sopita de hongos cuando bajes de la montaña). Puedes caminar alrededor de la Presa Iturbide, seguir el cauce de alguno de los ríos de la reserva, o caminar hasta el imponente Centro Ceremonial Otomí, que aunque fue construido en 1980, asemeja la estética y simbología de esta increíble cultura prehispánica. 

5. Nevado de Toluca a Valle de Bravo, Estado de México.

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Esta caminata es de alta intensidad porque dura dos días. Aunque si te quieres aventurar a hacerla, solo te recomendamos que entrenes un poquito unas semanas antes de lanzarte y no vas a tener ningún problema. El camino empieza en el Nevado de Toluca y todo el tiempo estarás en un bosque poblado de pino, encino y oyamel. O sea que no nada más verás paisajes irreales, sino que todo el tiempo irás oliendo delicioso y respirando aire fresco. Al terminar el primer día, puedes acampar o quedarte en alguna de las cabañas que rentan en la zona. No hay nada como una fogata para despedir la primera parte del trayecto y empezar la segunda hacia Valle de Bravo con el pie derecho. 

6. El Diente, Jalisco.

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El Diente está en Zapopan, más o menos a una hora del centro de Guadalajara. Es un lugar muy visitado por escaladores de montaña, pero lo que seguro no sabías es que también hay muchas rutas de senderismo que puedes hacer para disfrutar de las enormes formaciones rocosas y de las espectaculares vistas de la ciudad desde las alturas. Lo pueden hacer senderistas principiantes porque no requiere de mucho esfuerzo físico a pesar de que se siente que estás a muchos metros de altura. 

7. Volcán Paricutín, Michoacán.

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Si eres un experto en senderismo, el volcán Paricutín es para ti. Este camino empieza suavecito, con una breve visita al pueblo de San Juan Parangaricutiro, que fue destruído en una de las explosiones del volcán. A partir de ahí es toooooodo subida mega empinada. Pero el esfuerzo vale la pena al llegar al cráter y sentarte un ratito a descansar en piedra volcánica que todavía está calientita. ¿Lo mejor? La bajada es por un río de ceniza que se formó naturalmente en uno de los costados del volcán. Puedes bajar rodando, corriendo o caminando lentamente y disfrutando de las vistas del lugar. 

8. Santuario de las guacamayas verdes, Oaxaca.

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Esta caminata se hace dentro de la Reserva de la Biósfera Tehuacán - Cuicatlán, que abarca una parte tanto de Puebla como de Oaxaca. Su nivel de dificultad es medio, porque hay que llegar hasta la cima de un cañón para poder ver a las guacamayas. Estos seres emplumados son muuuuy puntuales, así es que es importante subir por ahí de las 3 de la tarde para que te toque verlas regresar a sus nidos. Lo bueno es que si se te hace tarde para bajar, vas a encontrar cabañas que puedes rentar para pasar la noche. 

9. Santuario de las luciérnagas, Tlaxcala.

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¿Te ha tocado ver un cielo empapado de estrellas en una noche despejada? Bueno, pues imagínate que en esta ruta nocturna vas a ver eso pero en movimiento. Este bosque ubicado en Tlaxcala es un paraíso para las luciérnagas en su época de apareamiento (julio y agosto). Es una caminata de baja intensidad porque es un poco empinada y dura aproximadamente 45 minutos a 1 hora y media, dependiendo qué tanto quieras subir la montaña. El chiste es aguantar el frío y la lluvia ocasional que te pueden tocar. Los guías locales de la zona saben muchas historias mágicas sobre las luciérnagas, y están preparadísimos para que les hagas cualquier tipo de pregunta sobre estos bichitos luminosos. 

10. El Chupón, Nuevo León.

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Esta ruta de senderismo está a unos 25 minutos del centro de Monterrey. Aunque son nada más 4.2 kilómetros, está catalogada como de intensidad intermedia; esto porque es un camino algo empinado y rocoso. La ruta es boscosa, así es que tendrás mucha sombra a lo largo del recorrido. Prepara la cámara de tu celular porque es muy probable que en la cima te tomes tu nueva foto de perfil. Y es que no puedes esperar menos de un hike rodeado de montañas y con vista a una ciudad tan imponente como Monterrey. Algo que diferencia a El Chupón de otras rutas es que en ésta puedes llevar a tu perro. 

11. Parque nacional El Chico, Hidalgo.

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Este es el primer parque nacional que se reconoció oficialmente en México, ¡obvio lo tienes que ir a conocer! Está en Hidalgo y tiene casi 3,000 hectáreas de extensión. Vas a poder hacer distintas rutas de senderismo, dependiendo qué tanto quieras caminar, así es que no te preocupes si nunca antes has hecho este tipo de deporte. Prepárate para ver algunas de las formaciones rocosas más espectaculares que tenemos en México, ¡y llévate unos buenos zapatos de montaña por si te atreves a escalar alguna!

Recuerda que si algún día tropiezas con el pie de atleta, no te preocupes porque Lotrimin siempre estará ahí para ayudarte a ponerte de pie.

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