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Una larga caminata y muchos foquitos de colores.
¿Te acuerdas de esas lámparas de fibra de vidrio muy populares en los ochenta que cambiaban de color? Tal vez no te acuerdas porque es el tipo de cosas que uno bloquea de su mente, pero esta exhibición te recordará a ese pintoresco objeto, pues lo que verás son tres vestidos que cambian de colores lentamente, todo en un patio muy padre en el Museo de las Culturas del Mundo.
Estoy seguro que debe haber un grupo de personas fans de los alebrijes, y para ellos, el FILUX tiene un par de obras que seguro les gustarán. Una de ellas es el 'cocobrije' que lo encontrarás en el Museo de Arte Popular rodeado de un montón de piñatas padrísimas, que la verdad, me gustaron más que el alebrije de foquitos.
El Palacio de Bellas Artes es padrísimo todos los días y a todas horas, pero durante el fin de semana del festival, podrás verlo intervenido por proyecciones de imágenes de la naturaleza acompañadas de música clásica que le dan una onda muy diferente y que vale la pena quedarte a disfrutar por un par de minutos.
Esta es una especie de torre de llantas con luces de color adentro, dedicada a los migrantes y los caminos que recorren. En el segundo piso del recinto podrás encontrar la pieza 11,5 Hz que es una cuerda para saltar iluminada. Debo reconocer que pensé varias veces que la sala donde se encuentra esta segunda obra, estaba embrujada.
De las cosas más padres que vi en el festival, fueron este grupo de conejos gigantes que es probable estén buscando un título falso, pues se encuentran distribuidos en la Plaza de Santo Domingo. El contraste entre la arquitectura de la plaza y el blanco brillante de los conejos le da una onda muy padre a esta parte del recorrido.
Estoy seguro que esta exhibición podría disfrutarse mucho mejor estando bajo la influencia de alguna sustancia, pero ya que eso no se puede, entra a la sala, ponte cómodo y disponte a emprender un viaje mágico.
A la salida del Colegio de San Ildefonso podrás encontrar un pequeño desierto de colores listo para que saques un par de fotos padrísimas y te sientas en una especie de viaje ácido por las regiones más áridas del planeta.
Esta fue sin duda mi pieza favorita del recorrido, y es que en Barrido, el artista eres tú. Una vez que llegues a la Plaza la Conchita encontrarás miles de barritas neón que podrás usar para armar lo que tú quieras, desde un mensaje al nuevo presidente electo de Estados Unidos hasta un bonito OMG de BuzzFeed.
Cuando camines por el Callejón Héroes del 57 encontrarás muchas piezas adornando las fachadas de los edificios que fueron creadas por la misma comunidad del barrio. Verás desde nubes de tormenta, hasta flamencos neón.