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Estas son las razones por las que Chechenia está torturando y secuestrando a personas LGTB

En la república rusa de Chechenia, la guerra de Putin contra la "propaganda gay" ha ido mucho más lejos. Te explicamos los motivos.

El 1 de abril, el periódico ruso independiente Novaya Gazeta informó de que más de 100 hombres homosexuales habían sido secuestrados por las autoridades en la república rusa de Chechenia, y al menos tres habían sido asesinados.

Desde entonces, los gays de Chechenia han descrito torturas brutales por parte de las autoridades. La periodista que dio a conocer la historia ha tenido que huir de su casa, y personalidades internacionales como Nikki Haley, el embajador de Estados Unidos en la Unión Europea, han denunciado la violencia.

Una víctima entrevistada por la organización Human Rights Watch dijo que las autoridades le habían tratado, a él y otros que habían sido detenidos, "como animales".

"Palizas, descargas eléctricas... que yo pude soportar, yo era fuerte. Pero la humillación es insoportable", dijo. "La [policía] nos escupió en la cara, nos llamó cosas asquerosas y ofensivas, nos obligaba a asumir posturas humillantes... cuando por fin me liberaron estuve a punto de ahorcarme. No puedo vivir con esto. Sencillamente no puedo".

Según un informe de The Guardian, podrían haber secuestrado a varios cientos de hombres.

¿Cómo hemos llegado hasta aquí? Empecemos: Chechenia es una república de mayoría musulmana al sur de Rusia, donde en las décadas de 1990 y 2000 las tropas rusas combatieron en dos guerras muy sangrientas contra los separatistas.

¿Quién dirige Chechenia? Ramzan Kadyrov, un hombre fiel al régimen del Kremlin e Instagrammer prolífico, al que se le acusan de numerosas atrocidades y abusos contra los derechos humanos. Llegó al poder en 2007.

Kadyrov ha dado forma a la vida en Chechenia mediante interpretaciones estrictas del Islam y un código de conducta tradicional denominado adat. Ha impuesto normas de comportamiento obligatorias para las mujeres, ha apoyado la poligamia y, al igual que Putin, proyecta una imagen ultramasculina.

No es fácil ser LGTB en Rusia, y mucho menos en Chechenia, donde la sexualidad de una persona puede poner en peligro las perspectivas matrimoniales de sus hermanos y hermanas y puede provocar el chantaje por parte de las autoridades.

En Chechenia las redadas comenzaron cuando los activistas del grupo GayRussia solicitaron permisos para realizar desfiles del orgullo gay en varias ciudades del país, incluyendo Nalchik, en la república colindante de Kabardino-Balkaria. Vladimir Klimov, el activista que realizó la solicitud el 9 de marzo, se encuentra a unos 1400 km de distancia, en la región de Sverdlovsk.

Según escribió una persona en un grupo LGTB en la red, organizar un desfile del orgullo gay en Nalchik sería como arrojar "una cerilla a un pajar. Ni una sola persona gay del Cáucaso va a participar en esto... Mejor sería que dejen en paz al Cáucaso y no líen las cosas aquí. Porque somos nosotros los que vivimos aquí y tenemos que cargar con las consecuencias".

Mientras tanto, la respuesta oficial de las autoridades chechenas a los informes fue que en Chechenia no hay hombres gays, pero si los hubiera sus familias ya los habrían enviado "a algún lugar del que no se vuelve".

"No puedes arrestar o reprimir a personas que simplemente no existen en la república", declaró a Interfax Alvi Karimov, el portavoz de Kayrov. "Si existiera ese tipo de gente en Chechenia, los órganos encargados de hacer cumplir la ley no tendrían nada que hacer, porque sus propios parientes les enviarían a algún lugar del que no es posible volver".

También citó el alto índice de natalidad de la república como prueba de que ahí no hay hombres gays, ya que dejar embarazada a una mujer es obviamente incompatible con sentir atracción hacia personas del mismo sexo.

Desde entonces las cosas fueron a peor: El 3 de abril 15 000 personas acudieron a una manifestación televisada en Grozny, la capital de Chechenia, donde un asesor de Kayrov había acusado a Novaya Gazeta de difamación y había llamado a sus periodistas "enemigos de nuestra fe y de nuestro país".

El periódico, famoso por encontrarse entre los practicantes más activos del periodismo de investigación en Rusia, anunció que temía por la vida de sus reporteros. Ya hay precedentes de ataques contra su plantilla: la periodista de Novaya Gazeta Anna Politkovskaya, que dio cobertura a los abusos contra los derechos humanos en Chechenia, fue asesinada a tiros en su propio apartamento en 2006.

El 18 de abril, Nikolai Alexeyev, el activista responsable de impulsar redadas contra la gente LGTB en toda Rusia, anunció que demandaba a Novaya Gazeta por vincularle con la violencia, y dijo que "no había datos confirmados de que en Chechenia se esté enjuiciando a los gays".

En una reunión con Putin el pasado miércoles, Kayrov negó vehementemente los informes que indicaban que Chechenia abducía y torturaba a personas LGTB, e indicó que "resulta incómodo incluso hablar de esto".

Mientras tanto, la organización Russian LGBT Network afirma conocer los casos de unas 60 personas que han sido perseguidas por las autoridades a causa de su "homosexualidad real o asumida" y que necesitan ayuda para comenzar vidas nuevas fuera de Chechenia.

El Departamento de Estado de los Estados Unidos y el ministro canadiense de Asuntos Exteriores han hecho un llamamiento a Rusia para investigar los presuntos abusos, y el Ministerio de Asuntos Exteriores del Reino Unido ha condenado estos hechos. En palabras de Lokshina, "Occidente necesita seguir presionando a Putin".

"Si todas las organizaciones internacionales clave y todas las instituciones internacionales siguen planteando esta cuestión ante el Kremlin, el presidente ruso se verá obligado de una manera o de otra a poner fin a la purga anti gay de Kayrov", escribió Lokshina en una columna en el periódico Moscow Times.

En el momento en que se escribió este artículo, el gobierno de España aún no se ha pronunciado sobre la situación en Chechenia.

Este artículo ha sido traducido del inglés.