1. Arrancarse el rimel de pestañas hasta estar rodeada de pequeños restos de costras negras.
2. Usar el mismo tampón o toalla sanitaria por mucho más tiempo del que se supone que se debe hacer.
3. Usar el mismo sostén grisáceo por más de una semana, sin lavarlo.
4. Y pescar migajas dentro de él.
5. Usar un producto de belleza al que le ha faltado la tapa por mucho tiempo y se ha contaminado con trozos de pelusa y de afilado de lápices.
6. Sacarse la mugre de debajo de las uñas con las uñas y lanzar al piso ese barro gris.
7. Quitarse la piel seca/callos en los dedos de los pies.
8. No lavar los pinceles de maquillaje en años.
9. No lavarse el cabello en varios días, aunque haya hecho ejercicio.
10. Arrancarse la pintura de uñas y dejar los trocitos amontonados en algún lugar.
11. Tomar un residuo de rimel de pestañas y maravillarse con él.
12. Volverse a poner un sostén deportivo sudado.
13. Exprimir y arrancar un pelo encarnado.
14. Compartir o pedir prestado el rimel de una amiga.
15. Usar maquillaje sabiendo que es jodidamente viejo y debería haber sido arrojado a la basura hace años.
16. Maravillarse de toda la porquería en una banda de limpieza de poros y estar extremadamente insatisfecha de que nada haya salido.
17. Jugar con su vello púbico.
