1. No puedes correr sin planificarlo antes.
2. O bajar las escaleras rápidamente y con gracia al mismo tiempo.
3. No puedes saltar. Nunca.
4. Y no puedes abrazar a nadie más bajo que tú.
5. No puedes usar sostenes bonitos.
6. DEFINITIVAMENTE no puedes salir sin sostén.
7. Ni puedes llevar algo remotamente escotado.
8. ¿Quieres verte los dedos de los pies? No puedes.
9. No puedes utilizar bolsas cruzadas.
10. Algo que suponga las palabras "sin tirantes" = fuera de tu alcance.
11. O los cinturones de seguridad del carro.
12. No puedes encontrar un sostén que guarde todo.
13. Y que tus sostenes gigantes quepan en un cajón de ropa interior de tamaño normal.
14. Y la ropa que te quede perfectamente bien = no existe.
15. Trajes de baño que tengan soporte y no sean horribles son un mito.
16. No poder librarte de ese dolor de espalda.
17. O de esas estrías.
18. ¿Quiero llevar vestidos de boutique, vestidos imperio, tirantes o volantes? Lo siento. Lo siento.
19. Y el hueco del botón de abajo de tus senos es tu perdición profesional.
20. No puedes usar un solo sostén deportivo.
21. O algo con un sostén incorporado.
22. Definitivamente no puedes dormir boca abajo.
23. No puedes apoyarte en cosas sin parecer que estás poniendo tus senos en la mesa.
24. No puedes ir por carreteras con huecos o turbulencia sin parecer ligeramente pornográfica.
25. No puedes parar de botar cosas.
26. No puedes llevar camisetas unisex o camisas con escritos en el pecho.
27. No puedes hacer ninguna tarea del hogar por más de cinco minutos sin que te quejes del dolor de espalda.
28. Y finalmente, por supuesto: no puedes quejarte sin que te digan que eres una humilde vanidosa.
Oh, bien. Al menos te ves bien. ¡Gracias - gracias!
