Lo que hay que saber sobre el canadiense que abusó de dos niñas en Acapulco

    Aparentemente, la pederastia no es un delito grave en Guerrero.

    El caso de Walter Suk, un canadiense de 68 años que fue sorprendido en video abusando de una niña de tres años en la Costera Miguel Alemán de Acapulco, ha escandalizado a los medios mexicanos, pero no a las autoridades.

    El fiscal general de Guerrero, Xavier Olea Peláez, confirmó que Walter Suk va a tener derecho a la libertad bajo fianza.

    Detenido en la Agencia de Delitos Sexuales, el agresor podría quedar libre pagando una cantidad de 50 mil pesos, porque el delito de pederastia no está catalogado como un delito grave en el Código Penal de Guerrero.

    El fiscal afirmó que el DIF está atendiendo con ayuda psicológica a la madre y a una de las niñas.

    Desde Aristegui Noticias hasta la revista Proceso −donde se publicó un reportaje titulado Acapulco, paraíso sexual infantil en 2002− han dado seguimiento al caso, poniendo en duda la respuesta de las autoridades.

    Los comentarios de la gente señalan la culpabilidad de los padres de las niñas y exigen justicia.

    Algunos usuarios suponen que si el abuso es con el consentimiento de los padres, el agresor podría quedar libre.

    Para resolver esas inquietudes, hablamos con el abogado Nacho Burgoa, quién nos aclaró el panorama legal del caso.

    “El Código Penal de Guerrero no prevé el delito de abuso sexual ni el de pederastia.”

    Sin embargo, el Código Penal Federal sí prevé los delitos de abuso sexual y pederastia.

    "Este caso se puede perseguir por este lado, pero se debe comprobar que el agresor se aprovechó de la confianza del menor, derivada de su relación con el padre, quien le permitió ejecutar los actos sexuales grabados. La pena en este caso alcanza hasta 18 años de cárcel (eso lo determina el juez, atendiendo la gravedad del caso)."

    Entonces, ¿qué consecuencias legales podrían aplicar para los padres de las niñas?

    ¿Qué puede hacer la ley por las niñas?

    Este es un caso de entre miles que suceden a diario en nuestro país. Lamentablemente, lo que nos queda por hacer como ciudadanos, es generar conciencia para lograr que la ley nos proteja realmente a todos.