Según los abogados de esta chica, alentar a otra persona a suicidarse es solamente “libertad de expresión”

    Michelle Carter está apelando su condena por homicidio involuntario por alentar, mediante mensajes de texto, a su novio de 18 años para que suicidara en 2014.

    Las palabras de Michelle Carter, de 17 años que alentaron a su novio a suicidarse eran "protected speech" (libertad de expresión), han argumentado los abogados de la ahora mujer de 21 años de edad, en un esfuerzo por revertir su condena por homicidio involuntario.

    Un juez de Massachusetts encontró a Carter culpable de homicidio involuntario en junio pasado por enviarle mensajes de texto a Conrad Roy de 18 años instándolo a que se suicidara. Ella fue sentenciada a dos años y medio de prisión, de los cuales cumplirá 15 meses después de que se le agoten sus instancias estatales de apelación.

    Roy, quien tenía un historial de problemas mentales y ya había intentado suicidarse antes, se suicidó el 12 de julio de 2014 al inhalar monóxido de carbono producido por una bomba de agua de su camioneta.

    El juez Lawrence Moniz respaldó en gran parte su veredicto de culpabilidad por un mensaje de texto que Carter le envió a su amiga más de dos meses después de la muerte de Roy, comentaron sus abogados, donde Carter mencionaba que le dijo a Roy que "volviera" a la camioneta luego de que él había salido porque tenía "miedo" de seguir adelante con su plan de suicidarse.

    Ahora, los abogados de Carter apelan a la corte más alta del estado para desestimar su condena. Ellos argumentan que aunque las palabras con las que Carter alentó a Roy a suicidarse les hayan parecido "desagradables" al tribunal, se trataban de "expresión protegida".

    En un escrito presentado a la Suprema Corte de Justicia de Massachusetts la semana pasada, los abogados de Carter argumentaron que interpretar el homicidio involuntario como "fomentar el suicidio solo con palabras" infringía el derecho de Carter a la libertad de expresión. La Corte aceptó revisar su apelación en una audiencia que probablemente será programada para fines de este año.

    "Debido a que el juez condenó a Carter por lo que ella dijo o calló, y no por lo que hizo, este caso involucra la libertad de expresión conforme a la Primera Enmienda", decía la apelación de Carter.

    Durante el juicio, la fiscalía argumentó que, a través de mensajes de texto y llamadas telefónicas, Carter presionó a Roy para que se suicidara, lo instruyó sobre cuándo y cómo lo debía hacer, calmó sus preocupaciones sobre suicidarse y lo reprendió cuando se tardó en hacerlo. Dijeron que Carter usó a Roy como un "peón en su perverso juego de vida y muerte" y que quería parecer "la novia afligida" para ganarse la atención y la simpatía de sus compañeros, algo que siempre había anhelado.

    Estos son algunos de los mensajes que Carter le envió a Roy durante sus tres años de relación de larga distancia:

    "Todo lo que tienes que hacer es encender el generador y serás libre y feliz".

    "Quienes se suicidan no lo piensan tanto. Simplemente lo hacen".

    "Será mejor que no me engañes y que no estés nada más fingiendo".

    "Hoy es la noche, es ahora o nunca".

    Sin embargo, citando el análisis de una corte de Minnesota sobre un caso similar, sus abogados dijeron que Carter "hizo uso de su libertad de expresión al alentar verbalmente a Roy para que siguiera adelante con su plan de suicidio".

    La apelación de Carter también cuestionó la credibilidad del mensaje decisivo con el que Moniz justificaba su veredicto de culpabilidad.

    En el mensaje de texto que Carter le envió a su amiga Sam Boardman después de la muerte de Roy, Carter decía: "Sam, su muerte es mi culpa, honestamente, pude haberlo detenido. Estaba hablando con él por teléfono y salió del auto porque aquello estaba funcionando, y se asustó y le dije que volviera a entrar, Sam, porque yo sabía que él volvería a hacer lo mismo al día siguiente, y yo ya no podía permitir que él siguiera viviendo la clase de vida que llevaba".

    En su veredicto, Moniz dijo que las acciones de Carter constituían una "conducta desatinada e imprudente" al decirle a Roy que entrara de nuevo a su camioneta a pesar de saber que era un ambiente tóxico "incompatible con la vida humana". Él dijo que la conducta de ella causó la muerte de Roy.

    "Cuando hizo que Roy volviera a la camioneta, ella sabía de todos los sentimientos que él le había compartido: sus dudas, sus miedos, sus preocupaciones", dijo Moniz. "Esta corte considera que hacer que el Sr. Roy volviera a entrar a la camioneta constituye una conducta desatinada e imprudente por parte de la Sra. Carter, lo cual provocó una situación en la que había altas probabilidades de que el Sr. Roy sufriera lesiones de consideración".

    En su apelación, los abogados de Carter mencionaron que no había "un registro confiable" de lo que Carter y Roy se dijeron uno al otro en sus últimas dos llamadas telefónicas antes de que el muriera. La apelación decía que el mensaje de texto que Carter le envió a Boardman donde afirmaba que le había dicho a Roy que volviera a su camioneta no constituía un "hecho causante, sino una 'confesión' no confirmada" que no estaba respaldada por evidencia física. Sus abogados también argumentaron que entre cientos de mensajes sobre la muerte de Roy que Carter les envió a sus amigas, ese era el único donde ella afirmaba que le dijo a él que "volviera" a entrar a su camioneta.

    Sus abogados señalaron que Carter ha sido la primera persona condenada bajo tales "circunstancias inusuales" y que Massachusetts sería el único estado en mantener una condena por homicidio involuntario donde "un acusado sin estar presente, con palabras solamente, alentó a otra persona a suicidarse".

    Los abogados también dijeron que ningún otro estado del país hubiera criminalizado tal tipo de expresión para calificarla de homicidio involuntario o estatuto de suicidio asistido.

    "Ningún acusado ha sido condenado por fomentar el suicidio sin haber participado físicamente ni proporcionado los medios para hacerlo", decía la apelación.

    La La Línea de Vida Nacional para la Prevención del Suicidio es 1-800-273-8255 (en Estados Unidos). Se pueden encontrar otras líneas de ayuda internacionales ante el suicidio en befrienders.org.

    Este post fue traducido del inglés.