1.
Siempre tienes ganas de sushi.
2.
Es más, podrías darte uno ahorita.
3.
Agradeces infinitamente a los japoneses por inventar el sushi.
4.
Pero estás seguro de que los mexicanos mejoraron en un 100%
5.
Esos chilitos toreados no se inventaron solos.
6.
Tienes tu día semanal de pedir sushi.
7.
El repartidor de servicio a domicilio ya te conoce.
8.
Tienes tu inventario de soyitas en tu casa por si alguna vez llega a hacer falta.
9.
Y alguna vez compraste tus propios palillos, no te hagas.
10.
Lo peor que te puede pasar es que borren tu registro del sistema de tu sucursal de confianza.
11.
Para la cruda, es perfecto.
12.
Para una cena romántica, también podrías recurrir a él.
13.
Aprendiste a comer con palillos gracias al sushi.
14.
Lo intentabas hasta poder comer el último granito de arroz.
15.
O para una noche de Netflix & Chill.
16.
Antes odiabas el wasabi.
17.
Muchas veces caíste en la trampa de que era aguacate.
18.
Pero ahora eres un experto en dosificarlo perfectamente “para que predomine el sabor del pescado.”
19.
Si tienes mucha hambre, le das un traguito a tu soya en lo que llega tu orden.
20.
Y la preparas como solo tú sabes.
21.
En tu cumpleaños, ya saben a dónde llevarte.
22.
Eres tan fan que conoces los mejores lugares de sushi de tu ciudad.
23.
Y si abre uno nuevo, ya tienes plan de fin de semana.
24.
No necesitas ver el menú. Ya sabes qué pedir.
25.
Seguro tienes una mascota que se llama sushi o algo parecido.
26.
Ni modo. Eres un amante eterno del sushi.
