28 Mujeres nos comparten historias reales sobre sus abortos

    "A los 17 me embaracé de mi maestro de matemáticas, 40 años mayor. Yo era virgen y no quería tenerlo. Obviamente, él era casado".

    Las siguientes historias son reales, sin embargo, algunos nombres fueron cambiados y la extensión fue editada por cuestión de espacio.

    1. Margarita, 25

    2. Martha, 22 años

    "Mi mamá ayudó a una amiga a abortar cuando yo tenía 10 años. Llegó un día a la casa llorando y le dijo a mi mamá que tenía un retraso. Ella estaba casada con un hombre muy violento. Mi mamá la calmó y sacó un libro de plantas medicinales. Había un remedio que decía que era para el "retraso menstrual", ahora sé que en realidad era para abortar. Arrancó la hoja y se la puso en la mano, le dijo que consiguiera esas plantas y que al día siguiente iría a verla. La siguiente tarde mi mamá fue por mí a la escuela y me llevó a la casa de su amiga. Estuvieron en la cocina un rato mientras sus hijos jugábamos en el patio. Salieron y nos dijeron que no entráramos al cuarto porque iban a poner trampas para ratones. Mi mamá salió como a las 10 de la noche y nos fuimos a la casa en silencio. Tardamos tres días en ir a ver a su amiga porque su esposo estaría en casa. Estaba mucho mejor y ese día mi mamá le cocinó y comimos ahí y, aunque estaban más tranquilas, se respiraba el sentimiento de culpa en el ambiente. Somos de una ciudad muy conservadora, pero me habría gustado ser más grande para decirles que estaba bien, que no irían al infierno, que para mí el infierno lo vivimos a diario, pero no pude y ahora me toca aprender y hacer eso con las mías".

    3. Graciela, 33 años

    "Aborté cuando tenía 19 años. Estaba con un novio terrible, mucho más grande que yo y violento. Sin embargo, ahí estaba, llámese necedad, estar enferma de amor... más bien creo que era una terrible falta de respeto a mí misma. Aborté y no me arrepiento. Mi vida hubiera sido otra, atada a un hombre que iba en contra de todo lo que soy. Seguramente no hubiera estudiado y viviría quién sabe en qué condiciones.

    Hoy estoy casada con un hombre que amo con todo mi corazón, tengo un trabajo que me gusta y por sobre todas las cosas me siento orgullosa de quien soy. Estamos esperando a nuestro primer bebé y ahora sí que este es un bebé que espero con ansias y con el corazón abierto. Con miedo, claro, pero es un miedo a querer hacerlo chingón, a hacer de él (o ella) una persona feliz y buena, de poder darle todo lo que necesita".

    4. Rocío, 24 años

    5. Sandra, 27 años

    "Me enamoré profundamente de un chavo de mi trabajo. En 2016 quedé embarazada porque se rompió el condón. Le dije que no me sentía lista y él estuvo de acuerdo, así que hice cita en una clínica.

    Un día antes estuve a punto de contarle a mi mamá. Me estaba arrepintiendo. Tenía 24 años y no sabía qué quería realmente.

    Al final decidí no tenerlo y fuimos a la clínica. Cuando tocó mi turno, me hicieron un ultrasonido. Yo no quise ver, mi novio sí. Me dieron las pastillas y las indicaciones. Estaba ida, pero lo peor vino después, pues mi novio me pidió un Uber para que regresara a mi casa porque tenía un compromiso familiar. Me dejó sola en el proceso. Al día siguiente fui a trabajar con un sangrado impresionante, cólicos horribles y dolor de todo el cuerpo. Lloré toda la semana. Mi novio me escribía de vez en cuando, jamás estuvo conmigo en el proceso. Después de eso, me dejó. Sé que tome la mejor decisión".

    6. Cinthia, 25 años

    "Tuve un aborto hace 5 años. Le conté a mi mamá, que me apoyó totalmente. Fui a una clínica privada en la CDMX, en donde me dijeron que tenia 6 semanas de embarazo, por lo que aún podía tomar pastillas. Aborté un 24 de diciembre. La experiencia fue horrible, me dolió muchísimo, me duró unas 7 horas entre cólicos, vómito, mareo, escalofrío... mi cuerpo nunca había sufrido tanto.

    Lloré mucho tiempo, no podía creer que me hubiera embarazado habiendo tantos métodos. Sentía pena con mi mamá y la culpa era muy grande, no por "matar" a alguien, sino creer que había decepcionado a mi gente, a mí.

    La doctora me dijo que tendría sangrado por unos días, pero lo tuve casi un mes. Resultó que no había salido del todo el feto y de dejarlo así, eso me podía generar problemas. Tuve que realizarme un legrado, el cual mi mamá pagó y el hombre con el que andaba, jamás dio un centavo. Al poco tiempo, el tipo me dejó y yo me caí emocionalmente, viví una depresión que me duró casi dos años.

    Aunque mi mamá y mi hermano me apoyaron e hicieron todo lo posible por verme salir adelante y ser feliz".

    7. Itzel, 25 años

    8. Silvia, 24 años

    "Tenía 15 años y andaba un chavo de 18, tuvimos relaciones por seis meses y siempre nos cuidamos. Una vez no teníamos para comprar condones y, bien pendejos, cogimos. Cuando llegó la fecha de mi menstruación, pues no me bajó, me hice una prueba y salió positiva. Yo estaba triste y le dije al vato, pero me dijo que no se iba a hacer cargo, entonces le dije a mi mamá. Fue un drama, pero me apoyó un chingo. Hablamos con la mamá del vato, quien me compró unas Misoprostol y mi mamá estuvo conmigo siempre (enojada, pero bien). Físicamente fue muy doloroso y emocionalmente también porque me sentía bien pendeja. Me puse la dosis de Misoprostol y fui al hospital para que me hicieran un legrado. El chavo me fue a visitar y me llevó un peluche, ahorita que me acuerdo me da risa, porque entró una enfermera y me preguntó si ese era mi bebé, porque no había visto mi historial clínico y pensó que había dado a luz, jajaja, pero en ese momento sí sentí feo. Después entré a la universidad y estuve deprimida unos meses, me culpaba mucho, pero mi mamá siempre me decía "no vas a ser la primera ni la última". Su apoyo me sirvió un chingo. Han pasado nueve años y no me arrepiento. A veces me siento estigmatizada, pero ya no me identifico con esa morrita de 15 años que se dejó llevar por sus emociones".

    9. Bárbara, 26 años

    "Aborté hace dos semanas y fue una de las experiencias más espantosas de mi vida. Soy mexicana pero trabajo en EU, donde el aborto es legal. Estuve sola desde la primera cita hasta el día de hoy. Mi novio no vino a acompañarme al proceso por su trabajo. No tuve a nadie que firmara como responsable, así que no me pudieron sedar. Me dolió mucho, sentí cómo aspiraban todo dentro de mi útero. Era la única paciente en la sala a la que no habían sedado. Salí de la clínica sintiéndome sola, como nunca en mi vida. No tengo amigos aquí, ni familia. Una enfermera tomó mi manó mientras pasaba todo y fue la única persona que me brindó apoyo en ese momento.

    Siempre he estado a favor del aborto y del derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo, pero nunca había vivido en carne propia la soledad que provoca el miedo de que te juzguen. Siento todavía más empatía por esas mujeres que están pasando por esto. Siento terror que se les está criminalizando. Yo fui afortunada, privilegiada, pero no todas tienen esa suerte. Espero que un día el aborto sea legal y seguro en todo mi país y que ninguna mujer se sienta tan sola como yo me sentí por no poder decirle a nadie por miedo".

    10. Isabel, 31 años

    11. Karina, 26 años

    "Soy Ingeniera en Computación, mi carrera va en ascenso, acabo de obtener un puesto de líder de área y el año pasado estuve embarazada por un mes y medio. Desde que me enteré sabía que lo iba a abortar (fue por fallo de las anticonceptivas), se lo informé a mi novio, el cual estuvo todo el tiempo apoyándome y fuimos a mitad con los gastos, pues era una responsabilidad de dos. Busqué clínicas privadas, pues soy del Estado de México y no sabía cómo resultaría todo en una pública. Encontré una de buen precio donde me trataron con respeto, me acompañó mi amiga, quien nunca me juzgó. No tuve secuelas psicológicas, en casa escondí el aborto y mi mamá no supo. Mi método fue AMEU (aspiración manual endouterina), ese día descansé en un hotel después del aborto, después fui a casa y dije tener cólicos. Hasta la fecha mis papás no saben, pero estoy sana. Si yo no trabajara tan cerca la CDMX no sé qué hubiera hecho. Me siento privilegiada por eso".

    12. Sandra, 27 años

    "Hace un año descubrí que estaba embarazada. Mi novio me dijo "Haremos lo que tú digas, estamos juntos en esto" y así fue. Le pedí que comprara el Misoprostol en CDMX y que viniera. Hablamos con un médico amigo suyo que hace ILEs, lo hicimos y esperábamos lo peor, pero no fue así: nos acostamos todo el día a ver películas, platicar, comer, darnos besitos, jugar, como a las seis horas tuve ligeros cólicos y un ligero sangrado, luego tuve cólicos más fuertes y un sangrado más leve que mi menstruación. A los 12 días fuimos a un clínica para asegurarnos que había arrojado todo. Fuimos a fundación ILE, ahí sí la experiencia fue fea, la espera es enorme, el estrés que se respira, ver salir a varias muy adoloridas o llorando, ver que muchas iban solas y el trato del personal es muy incómodo. Tenía residuos, así que hicieron lo suyo en el quirófano, desperté a los 8 minutos de que me metieron, salí y cuando vi a mi novio, ahí sí lloramos juntos, nos abrazamos y ha sido el abrazo más ácido, el más triste y el más fuerte que he sentido en mi vida.

    Varios meses después, él me dijo que sí hubiese querido tener un hijo conmigo, que esperaba poder tener uno algún día conmigo, y ahí fue donde comprendí que también para él fue algo grande, doloroso e importante y que también es bueno escucharlos, sin importar que la decisión siempre es nuestra.

    Nunca me arrepentí y no me arrepiento, estoy segura que fue la mejor decisión, no sufrí, no me dolió, y sé que soy muy afortunada por poder contarlo así".

    13. Karla, 28 años

    14. Adriana, 26 años

    "En 2012 me enteré que estaba embarazada. Mis papás no estuvieron contentos con la noticia pero me apoyaron para seguir estudiando solo si me "juntaba" con el papá de mi hijo. Realmente quería terminar mi carrera, aunque no quería vivir con él, así que acepté. A los pocos meses de que nació mi bebé, las cosas se pusieron muy feas; pasé toda clase de abusos, al grado de recibir golpes. Poco tiempo después de que me golpeó por primera vez, me enteré que estaba embarazada de nuevo, a pesar de que tenía el DIU (las relaciones sexuales que teníamos ya no eran con mi consentimiento y aún cuando se enteró que estaba embarazada continuaron los golpes). Le dije a mi pareja que no quería tener a ese bebé y amenazaba con contarles a mis papás para que no me dejaran interrumpir el embarazo, así que con todo el miedo del mundo empeñé joyas que tenía, hice una cita en una clínica en CDMX y viajé desde Veracruz sola, sin conocer a nadie allá, e interrumpí el embarazo.

    Estaba muy asustada, pero en la clínica me sentí más segura con la orientación médica y psicológica que me dieron. Nunca dudé de mi decisión ni me arrepentí de ella. Después de eso, por fin tuve el valor de dejar esa relación abusiva y regresar a mi casa. Realmente considero de gran valor la labor de las clínicas y de que la interrupción del embarazo sea legal en todos los estados para evitar que más mujeres pasen lo que yo".

    15. Aracely, 35 años

    "Mi experiencia fue horrible. Cuando tenía 27 tuve un aborto: en una mala decisión, tomé unas pastillas que me recomendaron unas amigas. Las tomé un viernes y los tres días siguientes no pasó NADA, pero al llegar el martes me desperté y tenía un sangrado fuerte. En la oficina me seguía bajando MUCHO, en el trayecto de mi casa al trabajo (que estaba a 15 minutos caminando) llené una toalla femenina nocturna. Me salí del trabajo y me dirigí hacía el hospital Rubén Leñero. Iba sola, llegué y tenía todo manchado mi pantalón, me pasaron y el médico que me atendió me preguntó qué me había pasado, le expliqué lo de las pastillas y me dijo: "¿Sabes que eso es un delito? Las van a meter a la cárcel".

    Yo le dije, entre asustada y desconcertada, "no le importa, usted es doctor y el aborto ya es legal (porque así era) y, más allá de sus creencias, me tiene que atender". Dijo que no le importaba y que iría por las autoridades. Me asusté, me salí del hospital, anduve todo el día buscando quien me ayudara y me regresé a mi casa. Una enfermera me revisó, me dijo que estaba bien y todo quedó como una mal experiencia, pero hoy me llena de rabia, estaba muy chiquita y ese doctor puso mi vida en peligro por sus creencias".

    16. Blanca, 30 años

    17. Fernanda, 27 años

    "Quedé embarazada en 2014 por falla del espermicida, recién graduada y empezando en mi primer trabajo. Tan pronto apareció la segunda línea de la prueba, confirmando el embarazo, supe que no quería tenerlo. Abortar en Monterrey es bien difícil, pero hallé un teléfono de un "centro de emergencia", fui con ellos y resultó ser antiaborto. Aguanté una plática de cómo es un crimen abortar, lo mucho que sufre el feto, etc. Le refuté todo y salí enojadísima porque querían usar retórica para asustar adolescentes con una chava de 23.

    No quería viajar a CDMX porque era un gasto grande para mí, pero mi novio insistió que nos endeudáramos con tal de que el aborto se hiciera de forma segura. Él me compró el boleto de avión y yo pagué el aborto (me hicieron precio por foránea, salió como en $5k). En la clínica no me victimizaron ni me hicieron sentir mal por la decisión".

    18. Sofia, 22 años

    "Vivía en una relación súper tóxica: después de que mi ex me azotó contra un mostrador me empezó a doler el vientre, fui al doctor y me dijo que era colitis nerviosa, pero que si no me bajaba me hiciera una prueba de embarazo. Un día, después de que él rompiera mi celular porque no lo dejé husmearlo y me arrastrara por su patio, fui a un laboratorio y sí estaba embarazada.

    Ese día desaparecí una semana de mi casa, no quería llegar porque sabía que mi mamá iba a saber lo mal que me sentía, averiguaría lo del embarazo y me obligaría a tenerlo. Así que me quedé una semana con él, siendo la persona más linda del mundo, hasta intentó convencerme de que no abortara.

    Pero él tenía problemas de drogas, era violento y no trabaja ni estudiaba. Un fin de semana compré la Misoprostol y aborté. A la semana mi exnovio me golpeó, me encerró en su casa 11 horas y me amenazó con matarme. Después de todo eso, MP, denuncia y orden de aprehensión".

    19. Diana, 34 años

    20. Georgina, 23 años

    "Tenía 19 años, estaba en el cuarto año de la carrera en danza y en una relación con un hombre 10 años mayor que yo. Cuando supe que estaba embarazada, mi vida se volteó totalmente, pero ese mismo día supe que no quería ser madre. Tenía depresión, no había acabado la carrera y no tenía trabajo. Él sí quería tenerlo, pero entendió y me apoyó durante todo el procedimiento. Fui a una clínica donde me dieron acompañamiento, el doctor fue muy respetuoso conmigo, usé Misoprostol y no se complicó demasiado. Jamás me he arrepentido de mi decisión. Sé que hubiera sido una madre ausente y deprimida.

    Pude terminar la carrera, ahora bailo y dirijo un proyecto, y estoy preparándome para ser terapeuta. Obviamente a veces me llegan pensamientos "mi hijo tendría 3 años" pero la respuesta interna siempre es la misma: NO QUERÍA SER MADRE. NO QUIERO SERLO SI NO ESTOY LISTA. Pero yo tuve suerte: apoyo, contención, fue legal, fue privado y estuve siempre protegida. Sólo deseo que todas las mujeres puedan elegir. Nadie sabe lo que se siente hasta que estas ahí, nadie hace esto por deporte".

    21. Fernanda, 23 años

    "Tenía 17 años y tomaba pastillas. Todo iba bien hasta que mi novio me terminó; una semana antes de eso habíamos tenido sexo y jamás imaginé que pudiera estar embarazada, pero empecé a tener síntomas. Le marqué a mi ex y fuimos a hacerme un examen de sangre que dio positivo. No podía creerlo, pero mi ginecóloga me explicó que las pastillas tienen un margen de error y me había tocado. Mi ex consiguió unas pastillas, me las dio, desapareció y las pastillas me dieron los peores dolores de mi vida.

    Nadie sabía (hasta la fecha) más que mi mejor amiga, quien buscó una clínica donde pudiera hacerlo seguro porque las pastillas estaban acabando conmigo y en Marie Stopes me dijeron que las pastillas no habían funcionado, que seguía embarazada y me dieron dos opciones: una en la que succionan al feto y otra con pastillas, elegí la segunda y me fui a mi casa.

    Aborté sin dolor ni mucho sangrado, era un saquito de no más de 5 cm que enterré en mi jardín. No me arrepiento de hacerlo, ni tampoco caí en depresión porque quiero escoger el momento en el que decida embarazarme, quiero un hijo por convicción".

    22. Ilse, 31 años

    23. Nadia, 27 años

    "Hace dos años me embaracé de mi expareja, con la que ya tengo un hijo. Al momento del embarazo no éramos pareja y cuando se enteró me dijo que me apoyaba en la decisión de abortar, pero que no podía apoyarme de ninguna forma, ni económicamente (porque no tenía dinero), ni en acompañarme (porque no tenía tiempo y además tenía novia). Cuando me dejó sola confirmé que era la mejor decisión, pero yo tampoco tenía dinero y había escuchado historias de terror de los hospitales públicos. Le platiqué a mi mejor amiga y ella pagó mi aborto en un particular. La experiencia fue buena (me trataron bien en la clínica y mi tratamiento fue adecuado), pero me deprimí mucho después de hacerlo por todo lo que sucedió y porque una parte de mí sí quería ese hijo, pero a la vez sabía tomé la decisión correcta, pues no podía brindarle las condiciones adecuadas. Tuve depresión por eso y otras situaciones pero a través de la terapia pude entender todo lo que hoy cuento y superarlo. Ahora estoy más convencida que nunca que la maternidad debe ser deseada y elegida por quien está gestando. No he decidido si en futuro tendré más hijos pero sé que soy afortunada en poder decidirlo y planearlo".

    24. Gabriela, 32 años

    "Aborté cuando tenía 25 años, no quería ser mamá y no lo quiero todavía. Tenía solo un mes de embarazo cuando me di cuenta. Apenas habían pasado unos años de que se legalizó el aborto en la Ciudad de México y lo agradecí infinitamente, porque tenía opciones seguras para hacerlo.

    Lo practiqué en Marie Stopes porque una amiga me había hablado del lugar. Agradecí mucho la sencillez del proceso, como tenía poco tiempo solo tomé la pastilla y listo. Incluso regresé a trabajar después de ir a la clínica. Hubo un leve sangrado, como estar menstruando, y sentí dolor.

    Aunque era muy consciente y estaba totalmente segura de mi decisión, fue una experiencia sobrecogedora porque la viví sola. Mi pareja estaba de acuerdo, pero no se involucró ni me acompañó. Estoy acostumbrada a resolver las cosas sola y, en mi caso, es algo que tenía muy claro, pero no todas las mujeres se sienten así y las circunstancias para tomar su decisión son muy diversas. Mi consejo es buscar el apoyo de alguien si lo necesitan y recordar que cada una es responsable de su cuerpo y lo que quieren hacer con él".

    25. Susana, 27 años

    26. KP, 43 años

    "Mi primer aborto fue a los 16, el segundo a los 38. Grandes diferencias entre ambos. Uno fue realizado en el consultorio de un ginecólogo que había armado de forma clandestina una red de apoyo a mujeres. Llegué ahí a través de mi hermana, quien a su vez había vivido un aborto y había sido apoyada por amigas. Ellas sabían que el costo era elevado (eran los 90) y que no se debía dejar pasar mucho tiempo, por lo que realizaban colectas para lograrlo. No fue traumático, fue un alivio, aunque recuerdo que me dijeron: "si sigues sangrando, inmediatamente te vas al hospital". Ahí supe que ya no se trataría nada más de la desaprobación de mis padres: podría ir a la cárcel. Después llevé al mismo lugar a dos amigas, armamos una red parecida a la que me apoyó a mí.

    La segunda vez fue pérdida de producto, tenía ocho semanas de embarazo cuando en el ultrasonido detectaron que no había vida. No fue un aborto clandestino, estaba en un hospital y me preguntaron qué había hecho yo para provocarlo. El trato fue horrible, nunca me dejaron estar en contacto con mi pareja. Fue más traumático que el de los 16 años... en aislamiento, solas, pasábamos una tras otra sin poder hacer nada mientras sufríamos la pérdida".

    27. Estefanía, 21 años

    "El año pasado me practiqué un AMEU. Conocí a alguien en Tinder, nos hicimos novios y me embaracé. Yo no creía, porque nos cuidábamos, pero me dijo que una vez se dio cuenta que se había roto el condón y "como no se había venido mucho, no creyó necesario decírmelo". Él decía que lo que quisiera hacer, iba a estar conmigo. Y sí, estuvo el día del AMEU, pero después no me podía ver.

    Nunca he querido tener hijos, no tengo la solvencia económica ni para mantenerme a mí, aún no termino la universidad y a él lo conocía de cuatro meses atrás, ¿cómo podía traer a alguien al mundo bajo esas condiciones?

    Me sentía triste, culpable, rara. Mi mamá me preguntaba, pero yo no decía nada. Un día me tiró a la cama jugando, yo me solté a llorar y me preguntó qué pasaba. Necesitaba decirle y lo hice. Se paró de la cama y se fue. No me habló en días y cuando la veía tenía los ojos cristalinos. Un día se metió al baño mientras me lavaba los dientes y me abrazó. Me solté a llorar OTRA VEZ y me dijo que me amaba sobre todo y que tenía que hacer algo para que todo el dolor que sentíamos valiera la pena.

    Actualmente me siento mejor, agradecida con todas las personas que vieron lo peor de mí y me amaron sin dudarlo. Tengo amigas que pasaron por lo mismo, cada historia diferente. Pero aprendimos, somos afortunadas de hacerlo y no morir en el intento. Necesitamos aborto seguro, educación sexual y que los cabrones que te coges te digan las cosas".

    28. Tania, 36 años