6 Historias de las personas que viven en el campamento de Tlalpan desde el 19S

    Los vecinos del Multifamiliar ya están cansados de no tener un lugar digno para vivir.

    Han pasado casi nueve meses del sismo del 19 de septiembre, y un campamento con 16 familias sigue en pie de lucha en la Calzada de Tlalpan esperando a que sus edificios sean reconstruidos o reforzados para poder volver a su normalidad.

    Acusan a las autoridades de dar nula respuesta a la reconstrucción del Multifamiliar que resultó severamente dañado tras el temblor y, por eso, en los últimos días han bloqueado la avenida, una de las principales de la Ciudad de México, como protesta ante la falta de claridad.

    Los vecinos ya están cansados de no tener un lugar digno para vivir, ya que unos tienen que pagar gimnasios u hoteles para poder bañarse, otros viven en sus carros, el resto padece por las temperaturas extremas derivadas de habitar casas de lámina y madera.

    Estas son sus historias.

    Ignacio Melo, 64 años

    “El fuego va a simbolizar nuestro enojo”, dice Nacho, uno de los damnificados del Multifamiliar Tlalpan mientras muestra una pancarta que está pintando. Mientras no está realizando diligencias para recibir apoyo, ayudando a sus vecinos del campamento o protestando contra el gobierno para recibir la ayuda prometida, pinta y dibuja carteles de protesta, lee revistas o escucha la radio.

    Previo al sismo, dijo, sólo se saludaban entre vecinos, ahora son parte de esta pequeña comunidad que se instaló en lo que solía ser un parque con juegos. Antes del 19S, Nacho era velador en edificios de Querétaro y se regresó a la CDMX para resolver los asuntos de su departamento, su edificio no colapsó pero quedó inhabitable.

    "Yo quiero que esto se termine ya, porque ya me cansé, de repente me siento como ewok (personaje de Star Wars) porque al rato nos vamos a vivir al árbol, la gente nos ve raro, nos odian porque invadimos espacios", sostuvo el vecino, quien usa las cubetas que en su momento se usaron para quitar escombros como base de una mesa.

    Alejandra Lemus, 43 años

    Madre soltera de tres niñas, esta mujer trabajaba en una taquería y vendía ropa por internet, antes del terremoto. En la actualidad, una panadería la contrató por unas horas al día para que sus hijas no se queden solas en el campamento.

    "Quiero que se refuerce el edificio pero sin que nos cobren porque nos quieren hacer estudios socioeconómicos. Ayer vino el Jefe de Gobierno y para él es muy fácil decir que los jubilados sí pueden pagar un estudio socioeconómico, si reciben una pensión de 1,200 pesos y se les va a cobrar 400, o sea ¿con 800 pesos van a vivir? ¿o cómo? yo lo invitaría a él que viviera con 800 pesos al mes", dijo.

    Alejandra ya está cansada de pedirle a otros vecinos que la dejen calentar agua para bañarse. Primero pagaba 230 pesos en hoteles para que ella y sus hijas pudieran bañarse, pero el dinero ya no le alcanzó.

    Eduardo Álvarez, 65 años

    Si el temblor no hubiera fracturado el Multifamiliar Tlalpan, Eduardo seguiría dedicándose desde su casa a la fabricación de correas para perro. Su edificio, el 3-C, no colapsó pero quedó severamente dañado, incluso, el Ejército lo desalojó. No habita precisamente en el campamento; en enero de este año las autoridades le dieron luz verde para que regresara a su departamento, donde convive con sus dos perros. Sin embargo, se la pasa todo el día ayudando a sus vecinos damnificados en lo que haga falta.

    "Estuve en un albergue y luego me fui a dormir a mi coche por tres meses. Me siento enojado, molesto, incierto, yo quiero vender mi departamento pero cuánto me pueden dar y por mi edad, ya no tengo mucho tiempo para hacer lo que quiero y disfrutar pero desde que tembló no me hallo", expresó el hombre.

    Roberto Zárate Sánchez, 85 años

    Jubilado y ex trabajador de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Roberto es uno de los más satisfechos de la comunidad que se ha creado en este campamento. Antes del sismo vivía él solo en su departamento de un tercer piso y aunque ya conocía a sus vecinos dice que ahora ha hecho nuevos amigos y convive más con ellos.

    "Ya me acostumbré de estar aquí, de estar entre nuevas amistades. Me la paso bien, tenía 60 años viviendo ahí, yo estrené el Multifamiliar", expresa. Sin embargo, desea también que arreglen su edificio para poder regresar al que ha sido su hogar durante la mayor parte de su vida.

    Eneida Zúñiga

    Eneida y su esposo habitan una de las casas más vistosas del campamento. Tienen plantas, un pequeño jardín, una cerca y dos mecedoras que dan a la puerta. Adentro, la cabaña tiene platos decorados pegados en las paredes, y una cocina llena de ingredientes para cocinar, es como si hubieran hecho todo para que esta casa pareciera un verdadero hogar.

    Asegura la mujer, quien se niega a revelar su edad, que la convivencia entre vecinos no siempre es positiva; hay tensiones por el dinero y las donaciones involucradas.

    "Ya nunca va a ser lo mismo. Yo sí tengo donde vivir pero aquí debe de haber presencia, mis cuñadas nos han ofrecido (casa) porque todo el mundo corrió, pero no se trata de eso, deberían de estar aquí, haciendo fuerza. Es desgastante, pero afortunadamente, mi esposo y yo no nos hemos enfermado", expresa la mujer quien durante sus ratos libres elabora vitrales.

    Petra Puebla, 64 años

    A Petra nunca le ha gustado su nombre por eso le pide a todos que la llamen Pier, así fue como le puso la familia que le heredó el departamento que colapsó en el sismo. Ella llevaba una década viviendo sola en este lugar hasta el 19 de septiembre cuando volvió de su trabajo, como cuidadora de adultos mayores, y vio su edificio deshecho. Ahí vivían 40 familias y 9 personas murieron.

    Desde ese día, sirve la comida del campamento que diario es enviada por la Secretaría de Desarrollo Social de la CDMX. El día que Buzzfeed News México la entrevistó, servía chuletas con champiñones y mangos de postre a otras mujeres.

    Petra solía bañarse en un gimnasio de por ahí y pagaba 450 al mes, pero ya no tiene dinero para pagarlo.

    "Me acuerdo de cuando estaba en mi casa y sí me da tristeza estar así; estar acá afuera. Le pedimos al gobierno que nos apoye", expresa.

    La noche del 30 de mayo, el Jefe de Gobierno, José Ramón Amieva se comprometió personalmente a ayudar a los damnificados de este lugar. La promesa fue que este viernes 1 de junio la Comisión de Reconstrucción discutirá la fórmula financiera para apoyar a los vecinos del Multifamiliar.

    La visita del jefe de gobierno al lugar ocurrió hasta que los vecinos bloquearon un sentido de la Calzada de Tlalpan.